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sábado, 26 de marzo de 2022

Bajo la lluvia

 


 

Observo las gotas caer, se deslizan amontonándose sin guardar orden alguno, en pura anarquía natural. Noto los pies mojados y el ligero chapoteo de mis zapatos sobre la acera, son sensaciones cómodas incluso agradables. Levanto la vista y la ciudad brilla llena de color, se multiplican los reflejos sobre calles, edificios, también transeúntes, los mismos que caminan a buen paso entre pensamientos y preocupaciones cotidianas, ahora también bajo la lluvia. Antes de anochecer, cuando la ciudad se transforma en su contrario y da paso a una manera distinta de vivir. 


martes, 1 de febrero de 2022

Buscando otra escena

 


 

En ocasiones caigo en lo que suelo llamar “obviedad fotográfica”, que entiendo como una especie de afirmación de lo bello. En realidad fotografiar una escena bella es una redundancia en sí misma, no aporta significativamente nada. Stephen Shore dijo en una ocasión: “algunos fotógrafos salen y quieren hacer bellas fotografías. Creo que es como poner el carro delante del caballo. Las buenas fotografías son el subproducto de alguna otra exploración, o alguna otra intención”. Y coincido por completo. Disculpad la contradicción.

 

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Atardece en Jaca

 

 

Un solo atardecer es capaz de reunir las sensaciones más placenteras que uno puede imaginar. Solo es cuestión de dejarse llevar por la sencilla placidez de contemplar una escena mil veces vista y sin embargo siempre diferente. Algún día viviré en Jaca.

lunes, 23 de marzo de 2015

jueves, 17 de mayo de 2012

Atardecer en movimiento



Llovía ligeramente.

12 mm. f/16. 1/3 seg. ISO 100. Filtro ND. Trípode + disparador

Lugar de la toma: La Gomera, Islas Canarias. Abril 2011
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.

domingo, 9 de mayo de 2010

Cúpulas


















A veces contamos con breves momentos, apenas un lapso de tiempo que nos devuelve la cordura, nos agudiza los sentidos y nos hace ver de manera diferente aquello que habitualmente nos parecía corriente, casi anodino. Son instantes bañados por la inocencia de lo inesperado.
Tomada cerca de Trinità dei Monti, desde la Viale que desciende hacia la Plazza Poppolo.
Continúo con poco tiempo para visitar los blogs amigos, mil disculpas.

Lugar de la toma: Roma. Marzo 2010

Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.
Nikon D200. Objetivo 70-200 f/2,8G. Focal 135 mm. Diafragma f/2,8. Obturación 1/400s. ISO 500.

lunes, 19 de enero de 2009

Los tejados de Madrid (II)



Dejo atrás la fría nieve, el trabajo a ras de suelo y la noche, para volver a encaramarme a las alturas y mostrar los techos y azoteas de Madrid. Segunda propuesta, esta vez con un horizonte casi infinito de edificios, que nos muestra una ciudad, en exceso, grande.

Nikon D200. Objetivo 17-50 mm f/2,8G. Distancia focal 17 mm. Diafragma f/6,3. Velocidad de obturación 1/125s. Sensibilidad ISO 100.

lunes, 12 de enero de 2009

De pesca y nevando



No puede ser, ¿has visto? ... ese cormorán, si allí a tu izquierda. Acaba de atrapar un pez.
Debe de ser una carpa pequeña o algo similar. El caso es que le cuesta tragarlo, y anda a la pelea para hacerse con él y a la vez esquivar a los oportunistas que acuden a ver si cae algo.

Nieva abundantemente. En un parque de un barrio de Madrid. En el lago central, donde frecuentan sus aguas, entre otras especies, los cormoranes (he contado hasta doce ejemplares). Parece que estas aves, comienzan a ser un problema, en entornos donde antes no era habitual su presencia, como las ciudades, ríos y lagos pequeños. En cualquier caso resulta insólito, ¿no?.

Nikon D200. Objetivo 70-200 mm f/2,8G. Distancia focal 200 mm. Diafragma f/3,2. Velocidad de obturación 1/250s. Sensibilidad ISO 200.

sábado, 3 de enero de 2009

El sol escapaba por la esquina de la calle




Dejé la taza de café sobre la mesa. De un respingo agarré la cámara, y sin mediar palabra salí corriendo del local. Crucé la calle sin mirar, sin apartar la vista de aquel a quién perseguía. No esquivé ningún vehículo, ellos lo hicieron por mí. Llegué hasta el final de la manzana, era una calle estrecha, allí estaba deslizándose por la esquina, al final del último edificio. Fue instintivo, tan sólo percibí el sonido rítmico, maravillosa música, del obturador de mi cámara. ¡Lo había conseguido!, justo frente a una fachada de lo que parecía un edificio abandonado. El esfuerzo había merecido la pena.

Tendría que dar una explicación a los que dejé en el café.

Nikon D200. Objetivo 17-50 mm f/2,8G. Distancia focal 26 mm. Diafragma f/4,5. Velocidad de obturación 1/80s. Sensibilidad ISO 100.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Cuando la suerte no acompaña



Ya que hoy sigo siendo tan pobre como ayer, vuelvo a los lunes odiosos, a las obligaciones diarias (demasiadas), a las satisfacciones (los buenos momentos siempre en envase reducido) y a este blog que ahora me roba el tiempo y al que estoy cogiendo cariño por momentos.
Para aquellos que como a mi, no os ha tocado la lotería, os remito al post de Sergio del Molino, donde su fina ironía os hará olvidar que seguimos con una suerte tan penosa como días atrás.

Y aprovechar para lo que es habitual en estas fiestas, desear que las superéis con humor, con gracia y diversión. La entrada la ilustra, como viene siendo habitual en los últimos días, una nueva fotografía de Dublín.

Nikon D200. Objetivo 17-50 mm f/2,8G. Distancia focal 50 mm. Diafragma f/4,5. Velocidad de obturación 1/100s. Sensibilidad ISO 320.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Los sábados al sol



¿Qué se puede hacer una fría tarde de otoño en Zamora?. Pues evidentemente muchas cosas, como en casi cualquier ciudad, y no quiero entrar en polémicas, que si ciudades grandes, pequeñas, ... Una de esas cosas que se pueden hacer, es aprovechar los rayos de sol del atardecer para charlar tranquilamente mientras nos calentamos la espalda.

Otra de las cosas que se pueden hacer es contemplar la puesta de sol, sin más, y robar una fotografía a un grupo de señoras descuidadas, que conversan plácidamente, mientras que el calor del último sol aún hace la tarde agradable.

Y se me ocurren muchas más cosas, pero prefiero no aburrir ... además, hasta aquí, el post me viene de perlas para subir la fotografía que lo ilustra.

Zamora. Mirador en las murallas sobre el Duero.

Nikon D200. Objetivo 12-24mm f/4G. Distancia focal 16mm. Diafragma f/7.1. Velocidad de obturación 1/250s. Sensibilidad ISO 125.

martes, 11 de noviembre de 2008

Rebaño al atardecer



No hay nada como recorrer los rincones de nuestra geografía y abandonarse al placer de descubrir lugares de ensueño. Esos sitios que te dejan un agradable recuerdo, con sus formas, su luz y color presentes, ya para siempre, en un rinconcito de nuestros pensamientos.

Las Villuercas es uno de esos lugares. Comarca situada entre el río Tajo y el Guadiana (toma el nombre de la sierra que la rodea) en el sureste cacereño, cuenta con un buen puñado de rincones que no permiten ser olvidados.

A uno de esos rincones pertenece la fotografía de hoy, con un encanto especial, pero las cabras no las puse yo, ¡palabra!, pertenecen a un rebaño que deambulaba plácidamente por el lugar.

Nikon D70s. Objetivo 12-24mm F/4G. Distancia focal 16mm. Diafragma f/9. Velocidad de obturación 1/400s. Sensibilidad ISO 200.

jueves, 23 de octubre de 2008

Isla Cristina. Huelva





















El comentario que me dejó Hortelano Viajero (tiene delito el nombrecito), sobre un episodio de nuestras azarosas vidas acaecido en Punta Umbría, me hizo recordar aquellos días, con una divertida sonrisa.

No voy a soltarme el rollo contando batallitas, os remito para ello al blog de Sergio del Molino, que no sólo escribe infinitamente mejor que el autor de este fotoblog, sino que lo hace con bastante más gracia.

Estos recuerdos me han servido de excusa, para rescatar una fotografía, no de Punta Umbría, pero si de un lugar cercano. Se trata de la playa de Isla Cristina. Un atardecer de finales del pasado mes de agosto.

¡Qué atardeceres tan cálidos se disfrutan en esa zona!. En otra entrada pondré alguna instantánea más. Merece la pena.