viernes, 2 de octubre de 2009

Blanco y naranja




Si el viajero gusta de pasear, San Telmo es propicio y siempre generoso con quien se adentra, curioso, por sus apacibles rincones; calles adoquinadas y mansiones señoriales definen y dibujan su hermoso perfil. Uno de los barrios más antiguos de la ciudad de Buenos Aires, con claro aroma a mestizaje, empujado por el viento de la inmigración, que durante el siglo XIX, atrajo a trabajadores en busca de nuevas oportunidades. Y así, los recién llegados, fueron ocupando las casonas de las familias aristocráticas de Buenos Aires, una vez éstas decidieran abandonar el barrio tras la epidemia de fiebre amarilla de 1871, alquilando sus propiedades a las nuevas familias y alejándose a zonas mejor situadas. El barrio cobra una vida muy diferente, llenando sus calles de tiendas, mercados, rastrillos, que aún hoy se conservan.

Elegir la tienda adecuada y el instante preciso, sólo es cuestión de paciencia.

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Nikon D200. Objetivo 17-50 f/2,8G. Focal 32 mm. Diafragma f/5. Obturación 1/160s. ISO 125.