jueves, 1 de octubre de 2015

Lugar de espera




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Rincones del viejo Madrid que guardan todo su sabor. Rincones que suelo frecuentar no sin una cierta desazón, esperando que aún todo siga ahí, como ha venido siendo en los últimos 50 años. Como mínimo. Y volver sobre ellos antes de que una enésima remodelación acabe con otro edificio, cierre un local, o se venga abajo otro negocio. De los de siempre. Madrid se ha convertido en ciudad de las franquicias y de la modernidad del negocio basura para guiris. Diferentes gobiernos municipales han pasado, pero ninguno ha entendido la importancia de preservar la originalidad necesaria de la ciudad, su autenticidad.