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domingo, 2 de octubre de 2011
Toro
Compartir buenos momentos rodeado de amigos es un privilegio, un placer que nunca deberíamos posponer. Un fin de semana cualquiera del pasado mes de julio estuvimos con unos buenos amigos en Toro, localidad de la provincia de Zamora situada en un cerro elevado sobre la vega del Duero. El mundo rural allí todavía es el protagonista casi absoluto del día a día y cada rincón está cargado de interés histórico. Entre vinos y charlas pasamos unos días alejados de tanta ciudad, de las prisas y del ruido.
Reconozco que me gusta pensar en la posibilidad de huir de Madrid, perderme en algún pueblillo de montaña, no muy lejos del mar y vivir casi como un asceta. Bueno con la cámara, unos cuantos objetivos, el ordenador, y una conexión 3G para poder atender el blog, claro. Pero tampoco mucho más, quitar lastre seguro que nos hace más felices.
Pero debo de ir haciéndome mayor, porque antes, estas ideas, eran más bien una especie de meta que tarde o temprano cumpliría. Ahora sin embargo, pienso en ello como algo lejano casi utópico. ¿Habré sucumbido a la poderosa fuerza de atracción urbana?.
Lugar de la toma: Toro Julio 2011.
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.
La vida es extraña Angel, pasa el tiempo y cuando menos te lo esperas estás recordando los sueños de adolescencia o juventud. Pro es bueno revivir estos pensamientos, la vida es cortísima, es bueno rodearse de buenas personas, amigos y compartirla.
ResponderEliminarPrecioso recuerdo plasmado en tu fotografía, ahora, recuerdas ese buen momento.
Ángel estoy deacuerdo con todas tus palabras, menos con lo de hacerse mayor eso no debe de ser un obstáculo para conseguir las ideas pensadas con la juventud. No tendras otra oportunidad para conseguir los sueños, lucha por ellos y vive intensamente
ResponderEliminarsalu2
Qué bonito es Toro y qué buen vino. Excelente fotografía.
ResponderEliminarSaludos.
Preciosa fotografía Ángel. También yo he soñado muchas veces con abandonar la ciudad y emprender una vida distinta en un pequeño pueblo. Pero ¿ se trata de un deseo real? En mi caso, y creo que le ocurre a mucha gente, nos atrae porque lo vivimos unos días y somos conscientes de que vamos a volver al bullicio, y podremos nuevamente repetir el ciclo. Decía Somerset Maugham que todos seríamos capaces de vivir en estos lugares, a nuestro modo de ver paradisiacos, años enteros, pero olvidamos que los años se componen de días, y estos de horas y minutos y que éstos son difíciles de pasar. Un abrazo
ResponderEliminarpues mira, yo siempre que he salido de Madrid lo he pasado fatal porque siempre la echaba mucho de menos. sin embargo hace unos años tuve que pasar un verano en un pueblito de la provincia de Jaén a los pies de la sierra de Cazorla, pocos habitantes, una cabina telefonica, un supermercado y un banco por todo comercio. o sea el fin del mundo y lo curioso es que en mi equipaje apenas llevaba unas bermudas, camisetas, mudas, la compacta y el portatil. oye pues lo pasé estupendamente bien. Creo que podriamos fundar una especie de Sociedad Asceta Utópico-rural o algo asi.
ResponderEliminarun abrazo
Hace muchisimos años estuve en Toro y tenían muy buen vino y buenas tapas, espero que disfrutaras como yo disfrute.
ResponderEliminarSaludos
Me apunto a esa Asociación utópica, ¡¡qué buena foto!!
ResponderEliminarUn abrazo utópico, Irma.-
La sociedad nos hace más y más mundanos. Nos envuelve con su manto de bullicio y nos aleja de nuestra paz interior. Pero también es verdad que podemos alcanzarla dentro del ruido, porque es solo una propiedad del ser humano alcanzar este estado de felicidad perenne. Y si lo hacemos ante condiciones adversas, ¿no será incluso mayor?La sociedad nos hace más y más mundanos. Nos envuelve con su manto de bullicio y nos aleja de nuestra paz interior. Pero también es verdad que podemos alcanzarla dentro del ruido, porque es solo una propiedad del ser humano alcanzar este estado de felicidad perenne. Y si lo hacemos ante condiciones adversas, ¿no será incluso mayor?
ResponderEliminarLas utopías nunca mueren, simplemente se desvanecen con la cruda realidad de la sociedad que nos rodea.
ResponderEliminarEn el fondo se trata de ser feliz constantemente con lo que hacemos, estemos donde estemos. Los cambios solo deben de producirse cuando el aire nos impide respirar y el día a día pierde la magia de lo novedoso a cambio del tedio y el todo me da lo mismo.
El campo, a veces también es una ilusión sin mucho sentido. A veces.
Un abrazo
Llevo años diciendo que algún día marcharé de la ciudad a vivir al campo, a alguna aldea retirada del interior de Galicia, tengo el sitio pensado y todo. Al principio decía que cuando tuviese hijos marcharía, que quería que se criasen en el campo, y aquí sigo, con mis hijos haciéndose mayores poco a poco y yo en la ciudad. De momento me frena la inseguridad de tener que dejar mi trabajo e irme a ganarme la vida de otra forma, pero sigo pensando que algún día me iré de la ciudad, al rural más rural, a hacerme mi casita, poner mi huerta y vivir tranquilamente en la naturaleza teniendo poco y disfrutando mucho. No tenemos que olvidar nuestros sueños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mira que lo tengo cerca y nunca he estado, con eso de que cae en medio entre Valladolid y Zamora...
ResponderEliminarCreo que huir de Madrid, aunque solo sea una temporada, debe venir estupendamente bien ¡¡si hasta a un forofo de la capital como Ripley le gustó aquel veranito fuera!!
A los de campo, o medio campo- medio ciudad como es mi caso, nos gusta visitar las grandes urbes aunque, eso sí, para unos cuantos días solamente.
Un abrazo.
Conozco toro un bonito lugar.
ResponderEliminarYo tuve la posibilidad de poder elegir una ciudad pequeña para vivir y dejar la gran ciudad.
Béjar es lugar tranquilo donde las prisas parecen no existir y los niños juegan todavía en la calle.
Es una maravilla poder ir andando a todos sitios y no depender de un coche.
Un beso.
Toro, vieja ciudad regia castellana
ResponderEliminargrandes vinos
monumental colegiata con vistas al Duero
me encanta!
un saludo
RAUL
Nunca es tarde y quizá algún día te veas en un antiguo caserón con vistas a la montaña salada haciendo fotografías a los pájaros y a las nubes. ¿Por qué no?...
ResponderEliminarFíjate, Ángel, que a mi me ha pasado algo parecido. Hubo un tiempo en que me veía viviendo en el campo, un pueblecito pequeño, me decía yo. Me gusta e campo y voy con frecuencia, pero ahora no me veo viviendo en un lugar más pequeño aún qe León debe de ser que después de mis años de Madrid lo urbano se me caló hasa denro.
ResponderEliminarAh, ese pan está de vicio.
Un beso
Foto Espectacular....
ResponderEliminarUm abraço
Preciosa foto de ¡¡¡PAN!!!
ResponderEliminarpero, y el VINO ¿qué?.
El emblema de Toro es el "sagrado caldo": espero que en las próximas aparezca y podamos "andar el camino" (con pan y vino).
P.D.-lo de emigrar al campo lo tenemos muchos en mente, pero a ciertas edades es difícil renunciar al curro y empezar de nuevo: ¿seremos conservadores por naturaleza?
Hola Angel, vete tu a saber si has sucumbido o no, pero si estoy de acuerdo contigo (y no vivo en una gran ciudad) que de vez en cuando apetece romper con la rutina e irse a otro lugar.
ResponderEliminarCada uno ansia lo que no tiene.
Buen detalle en la foto.
Un abrazo
Buena imagen has captado y ahora escogido, para hablarnos de compartir buenos momentos en lugares tan acogedores y cargados de historia!!
ResponderEliminarPorque somos urbanitas, pienso que es por eso que apreciamos y disfrutamos estos entornos, pero sólo por pequeños espacios de tiempo.La ciudad nos tiene acostumbrados a tenerlo todo a mano, servicios, actividad cultural... y supongo que te acostumbras y que no es fácil de prescindir.
Un abrazo.
Ángel te perdiste en un lugar magnífico, esa Zamora provincia vecina a la mia y a la que nos encanta escaparnos...es preciosa y la describes fenomenal...si otra vez te pierdes a otra preciosidad que es León... con pueblecitos con un encanto único, me avisas que muy gustosa te enseñaré estas maravillas.
ResponderEliminarPreciosa entrada y muy buena imagen.
abrazotedecisivo
Yo también tengo ese sueño Angel y creo que tal y como están las cosas del curro lo vamos a ver cumplido antes de hora :)
ResponderEliminarUna foto genial
Un abrazo enorme
Que buén enfoque para dar enfasís en la procedencia de ese rico pan de pueblo.
ResponderEliminarComparto esa inquietud de la que hablas,creo que la experiencia es un factor importante más que la edad.
Gracias por el comentario de hoy y un abrazo Angel.
Ángel, la Utopia no muere ... solo se queda durmiendo en la memoria.
ResponderEliminarMuy buena la foto y el texto ...
Un abrazo.
Sill
Bonita foto amigo. Del resto, no te atormentes: ley de vida....
ResponderEliminarDisfrútala
Un abrazo
Mi estimado Ángel la foto me encanta, y la tierra rural la elegiste muy bien, Zamora esa provincia hermosa,vecina a la mia... llena de bosques y de parajes hermosos, a nosotros nos encanta ir a esa tierra.Si algún día te acercas a la vecina León, no dudes en avisar , marcharás también encantado con los pueblecitos con encanto único que tenemos....
ResponderEliminarabrazotedecisivo
Un sueño que tenemos mas de uno!!!
ResponderEliminarHace tiempo que nosotros tambien soñamos con ese aislamiento....
Besos
Nunca hay que rendirse a los anhelos, por muy inalcanzables que parezcan con el paso de los años.
ResponderEliminarLa vida te puede sorprender.
Me gusta ese pan, tiene la energía de su nombre.
Besos!
hommo urbannus, porque não, assim o pão seja bom, porque isso da aureas mediocritas, não me parece que seja para todos...
ResponderEliminarabrazo
Gostaria muito de conhecer esses lados das montanhas e com todos os equipamentos para poder registrar esses momentos tão felizes e depois voltar a ser urbano. Gosto do teu trabalho. Saludos
ResponderEliminarNada mejor que rodearse de unos amigos y compartir momentos tan buenos..."como el pan".
ResponderEliminarEstupenda fotografía Ángel.
Un abrazo.
Ramón
P.D.: Siempre que puedo y el trabajo me lo permite, me marcho a mi pueblo -Cheles, 1.200 habitantes- para degustar esos momentos con mis amigos de toda la vida y respirar el ambiente de pueblo...da vida!
Con tu foto vas a conseguir que supere la pereza y vuelva a hacer pan casero como antes de este verano.
ResponderEliminarComparto las ideas que te vienen de dejar la urbe ante paisajes como el de tu foto, pero no sé si la costubre, el miedo, o que realmente se trata de algo pasajero, la mayoría finalmente nos quedamos donde nos pusieron.
Mientras nos los pensamos disfrutaremos de naturaleza asomándonos a tu rincón.
Toro es un lugar fantástico, pero y el vino?jeej. Una foto increible me encanta el bokeh y el color de verdad sublime. enhorabuena y un abrazo!!
ResponderEliminarla gente de la ciudad quiere campo, y la gente de campo... también.
ResponderEliminarSabes?, yo lo hice y ... me pudo la tristeza. Me dolió reconocerme tan urbanitas. Ahora ese tipo de vida, la quiero para un rato. Yo tb me siento mayor y como que voy perdiendo mis sueños...
ResponderEliminarEl proximo...vivir en una casa de piedra tipo a la de la peli "Bajo el sol de la Toscana"...ya, lo sé...me puede el romanticismo, ajaja.
Besos, me dió hambre la foto.
Mar... (la vendedora de humo)
Hola de 2 toresanas residentes en Madrid.
ResponderEliminarGracias por retratar tan precioso nuestro pueblo.
Besos desde Carabanchel Alto (tu rincón preferido).