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Nuestro cerebro absorbe toda la cultura visual que encontramos a lo largo de la vida. Es por eso que ciertas escenas nos afectan de una manera particular cuando intentamos entender lo que estamos viendo. La fotografía pone toda la responsabilidad en el espectador, dejándolo interpretar la imagen e imaginar posibles soluciones a lo que no es más un encuadre, un equilibrio de luces y sombras, y un tiempo de exposición.
Luces y sombras abrigan esas siluetas fantasmagóricas.
ResponderEliminarUn B/N de lujo.
Aferradetes, Ángel.
Pues a mi me resulta muy atractiva la manera en que elegiste el encuadre y todos los demás parámetros de la cámara. El equilibrio de luces y sombras es magnífico y como espectador la fota me brinda la posibilidad de recorrer ese callejón hasta llegar a quienes parecen decididos a atravesarlo.
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