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Confieso que me atraía el título para la entrada una vez que he seleccionado la fotografía que publicaría hoy. La ciudad ruge y se distorsiona, aúlla y crepita justo en esas primeras horas de la noche. Luego es posible que todo vuelva a una cierta calma, algo así como un sosiego una vez acomodada a las luces, brillos y sombras nocturnas. Es otra cara, diferente, según donde se mire incluso más tranquila que la que muestra en esas horas puntas diurnas. Pero hay algo en la ciudad nocturna que me provoca inquietud.
El bullicio, la prisa, las aglomeraciones, a esas horas en que la noche se abre paso, me producen un cierto desasosiego o temor sin saber muy bien la razón de tal
ResponderEliminarAbrazo
Quizás ese paso de la luz a la oscuridad, ese temor a la noche, ancestral, primario, aún late en nosotros Luis. Un abrazo
EliminarEn mi opinión, la larga exposición aporta un dinamismo muy atractivo y que refleja muy bien ese "rugir" de la ciudad.
ResponderEliminarUn abrazo. Ángel.
Muchas gracias, me alegra tu comentario. Un abrazo
EliminarHas plasmado muy bien ese momento de la noche, incluso tu inquietud.
ResponderEliminarAferradetes, Ángel.
Gracias, un abrazo
EliminarLa foto es magnífica, y el título, digno de una peli candidata al Óscar!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Jajajaja, gracias Josep
EliminarEl dinamismo propio de la ciudad, con gran movimiento de gentes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, un abrazo
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