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Desconozco el motivo, pero esta fotografía que publico hoy me ha traído a la memoria una reciente conversación con unos amigos sobre cine, concretamente sobre una película: “El apartamento”, de Billy Wilder. En ella, Jack Lemmon y Shirley MacLaine, en unas interpretaciones magistrales, convierten el cine en magia. Siempre la he considerado una de esas películas “refugio” que funcionan siempre y que, cada vez que la veo, me permiten descubrir nuevos detalles maravillosos. Tan alejada de las producciones actuales, de este cine de usar y tirar y de un mundo en general superfluo y carente de sentido. El caso es que la fotografía me recuerda a la película, y resulta curioso que ni siquiera sea una fotografía en blanco y negro.
Tan curioso el cartel como la fotografía.
ResponderEliminarCada uno se quiere a su manera. ;-)
Aferradetes, Ángel.
Me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarEs una bonita frase muy apropiada para el día de los enamorados, aunque el amor profundo es el que se vive en el día a día.
ResponderEliminarQue tengas un buen día.
Así es, coincido. Un abrazo
EliminarLos reflejos bien usados (como es el caso) consiguen unos efectos maravillosos.
ResponderEliminarLa película "El apartamento". la he visto un montón de veces y estoy absolutamente de acuerdo contigo en la diferencia abismal del cine clásicco con la superficialidad y "sólo" con efectos digitales del cine actual.
Un fuerte abrazo Ángel
Somos ya viejunos Josep. ;-) Un abrazo
EliminarLa mente tiene unos caminos ocultos, que nos llevan de un sitio a otro sin que sepamos exactamente por qué. “El apartamento” es magia, una conversación con buenos amigos es magia y la fotografía es magia. Yo veo clara la conexión. Los tres son un buen lugar para refugiarse de la mercantilización del arte, de la cultura, de la vida… Malos tiempos para la lírica.
ResponderEliminarExacto, la magia de ese refugio compartido. Un abrazo
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