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Revisando las fotografías de este Otoño en Pirineos descubro que asumo una parte emocional a la hora de fotografiar en la naturaleza, quizás no se manifieste de manera tan evidente en otro tipo de fotografías que realizo, aunque igual sí, no lo tengo del todo claro. También puede ser que me condicionen ciertos lugares, incluso la luz, el ambiente, la humedad y el frío pueden alterar una percepción más neutral, si es que se puede ser neutral delante de según que temas y escenas. ¿Y acaso tengo que ser neutral?. Se que es un poco galimatías estos pensamientos que intento ordenar mientras escribo, quizás solo sea el reflejo de lo que me sugieren las fotografías tomadas una vez que las reviso. Son dudas, muchas dudas, certezas pocas, tan solo el disfrute al volver sobre un lugar emocional, entendido como un espacio físico o mental que genera sentimientos de seguridad y calma.

La emoción es difícil de contener, siempre hay algo que te mueve por dentro y pueden ser cosas muy diferentes entre sí.
ResponderEliminarBellos colores de otoño que transmiten paz, a pesar del frío.
Aferradetes, Ángel.
Si es dificil de expresar, Un abrazo
EliminarLa foto me parece una verdadera pasada Ángel. Y me parece una pasada por la simple razón de verla, de poder disfrutarla. Yo soy de los que cree que el hecho de hacer fotografía, las razones por la que decidimos apretar el disparador ante cualquier realidad, no tiene porque ser única, más bien pienso que hay una enorme gama de motivaciones que nos impulsa a quedarnos parados delante de una oportunidad de apretar el disparador. Pienso y creo firmemente, que no se puede ser neutral, como no se puede ser objetivo. Llevamos demasiada vida a nuestras espaldas, demasiada mochila como para poder controlar ese mundo emocional que nos habita desde hace demasiado tiempo. Por otra parte creo que cada disciplina fotográfica conlleva una puesta en escena diferente y distinta y me parece que eso influye también sobre como nos sentimos a la hora de disparar y hacer una foto.
ResponderEliminarUn abrazo
Coincidimos en muchas cosas Luis. Buena reflexión. Un abrazo
EliminarMe encanta!!! Hay un momento, justo antes de que el frío lo cubra todo, en que el bosque parece detenerse. Las hojas que aún cuelgan hablan de resistencia, mientras las ramas desnudas aceptan el silencio. Esta imagen captura ese umbral: el del cambio, la pausa, lo que todavía está por venir.
ResponderEliminarUn abrazo, Ángel.