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Me llamó la atención nada más verlo, solo tenía que esperar que pasase alguna persona, trabajadores de la empresa caminando por un pasillo acristalado que une dos alas de un edificio inteligente. Todo aséptico, todo encapsulado. Y esas siluetas de aves pegadas en los cristales me parecieron el contrapunto perfecto. Un simulacro de naturaleza para sobrellevar una vida en la cápsula. Me pregunto en qué momento perdimos nuestro vínculo con la naturaleza, en qué instante dimos la espalda a todo lo importante.
Angel que buena foto con ese plano partido. Un saludo.
ResponderEliminarVamos tan vacíos que ni siquiera miramos los pájaros que casi nos comen...
ResponderEliminarUna foto que habla por sí sola.
Aferradetes, Ángel.
Cada dia me gusta mas la arquitectura moderna, Buena foto!
ResponderEliminarEn Barcelona también hay un edificio de estas características (con aves simuladas) que pertenece al CSIC (Unidad de Tecnologia Marina) y está situado al lado mismo de la playa de la Barceloneta.
Un abrazo Ángel
Eso, ¿Dónde está lo humano?.
ResponderEliminarHe visto tantas aves morir estrelladas contra los cristales de esos edificios (¿inteligentes?).
Buenas fotos y buena reflexión.
Saludos.
Estamos tan necesitados de recuperar lo esencial, lo que permanece en nuestro interior y que no somos capaces de ver debido, quizás, a esta vida azarosa que llevamos, un poco obligados y un poco por abandono de nuestras prioridades, que al final fabricamos espacios como este que tu retrataste para aparentar lo imposible en ese espacio, la Naturaleza.
ResponderEliminarAbrazo
Ciertamente es una fotografía que, por el instante captado, no deja indiferente a nadie.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,