jueves, 24 de febrero de 2022

Odiosas comparaciones

 


 

Insignificantes en comparación con lo que importa. Intrascendentes frente a lo que perdurará. Pasajeros de un vuelo con horario programado. No quiero ni pensarlo, ni tan siquiera pretendo compararme. Soy consciente de nuestros límites, tan concretos, tan claros, que en ocasiones me pregunto cómo es posible que aquellos que dirigen las naves no lo vean certero. O quizás sea por eso mismo, quizás algunos llegaron a la conclusión de un “sálvese quien pueda” hace tiempo, claramente desde una posición ventajosa. Y nos observan, sonríen mientras desprecian la grandeza, porque la mediocridad ya no importa, la mediocridad hace tiempo nos conduce.