domingo, 31 de julio de 2022

Lo abandonado

 


 

Encontrar lo discordante, aquello que no debería estar ahí y fotografiarlo, es un juego divertido que puede dignificar la instantánea de un lugar sin interés aparente. ¿Pero y lo que quedó fuera del cuadro?, ¿aportaría sentido a la fotografía?, ¿la explicaría de algún otro modo más allá de lo puramente visual?. El acto fotográfico es pura transgresión de principios físicos elementales. Ser consciente de ello es dar sentido a muchas preguntas.

 

 

viernes, 29 de julio de 2022

Imaginary balcony

 

 


 

Me asomo a un balcón imaginario para descubrir el abismo a mis pies. Lo real allí abajo aguarda. Podría tratarse de una fotografía metafórica o solo el resultado de jugar con la composición. Anoto en mi cuaderno que fotografío lo que me voy encontrando en el camino y procuro poner cierto orden en lo que veo.

 

 

miércoles, 27 de julio de 2022

El detalle insignificante entre las columnas

 


 

Uno de los mejores fotógrafos de lo cotidiano fue Walker Evans, su aparente sencillez dejó un documento social de los EEUU muy interesante. Fotografiar lo cotidiano es complicado, superar esa tendencia natural que da por hecho que la realidad ordinaria es aburrida es un reto y eso sin caer en la tentación sublimadora de la escena, en ese preciosismo poético de lo cutre que pretende hacerla menos trivial. Complejo. Stephen Shore, con una temática muy similar a Evans, pero con un principio conceptual completamente diferente, afirma: “Algunos fotógrafos salen y quieren hacer bellas fotografías. Creo que es como poner el carro delante del caballo. Las buenas fotografías son el subproducto de alguna otra exploración, o alguna otra intención”. Esa es mi búsqueda constante.

 

viernes, 22 de julio de 2022

Al doblar una esquina

 


 

Nunca sé lo que me puedo encontrar a la vuelta de una esquina. El aliciente de recorrer una ciudad desconocida en parte se debe a esto, el fantástico misterio, el enigma del descubrimiento. Me siento afortunado por muchas cosas: algunas ideas claras, el placer de la conversación y de la lectura, la música siempre, y pocos amigos aunque bien elegidos aunque tardamos en encontrarnos y reconocernos físicamente. Todo es parte de una imaginaria mochila vital. La fotografía apenas me permite describir trazos de ese bagaje al doblar una esquina y reconocer formas y líneas, que por un instante rozan mi carga emocional, la liberan, la engrandecen y le dan sentido. La luz hace el resto.


miércoles, 20 de julio de 2022

Details, angles and monochrome

 


 

Son días de calor agotador y el cuerpo no me da de sí, la cabeza anda a la zaga y todo yo soy un saco de huesos cansino. Busco las notas en mi cuaderno pero me cuesta acercarme hasta el procesador de texto para teclear alguna línea y no tengo claro que lo que voy escribiendo tenga una mínima coherencia. A pesar de todo y con las neuronas recalentadas, estoy seleccionando una serie de fotografías sin una relación temporal lógica, aunque creo que si la tienen por temática o concepto. En cualquier caso me apetece desvariar un poco por estos derroteros. Sin salir de la Plaza y sin dejar el angular extremo, esta vez me detengo en los detalles.



lunes, 18 de julio de 2022

La plaza

 


 

Situarse en un lugar y observarlo hasta alcanzar un grado de comunión casi perfecta que permita la mejor fotografía posible. Cualquier entorno arquitectónico se puede transformar en un conjunto de una belleza extraña. Busco lo singular, aquello que me llama la atención. La fotografía llega sola.

 

 

viernes, 15 de julio de 2022

Posición firme

 


En posición firme buscando el mejor momento para realizar la fotografía. Podría tratarse de un autorretrato imposible y es que me llego a identificar con algunas situaciones que suelo retratar. Y a pesar de todo seguimos aguantando el calor.

 

 

martes, 12 de julio de 2022

Sencilla complejidad

 


 

Quizás sea la sencillez, la humildad y la calma las cualidades que serían necesarias ahora mismo bien enraizadas en cada uno de nosotros y en todos a la vez como parte de la sociedad que formamos. Lo cierto es que la vida, ese término generalista usado mil veces, es el resultado de la suma de todos, de nuestras vergüenzas, de nuestros aciertos, de nuestros anhelos. Solo hay que salir y observar, cualquier escena en cualquier lugar nos habla de esto mismo. Diversidad, mestizaje, equilibrio,… y sencilla complejidad. Todo funciona cuando prestamos la debida atención, en realidad siempre tendría que ser así.

 

domingo, 10 de julio de 2022

Just a detail in the closed space

 


 

Ver lo inusual y anecdótico en un entorno corriente y vulgar es relativamente fácil, siempre que se camine con la mirada de la percepción en modo de minuciosa observación, un modo que personalmente identifico de manera cristalina como si fuera capaz de traspasar cada detalle y cada gesto. No soy yo claro, es la cámara. La cámara sea cual sea obra milagros en todo aquel que porta una. Funciona como una caja mágica, un artilugio digno del mejor de los superhéroes, potenciando cualquier cualidad hasta límites insospechados. Así camino por las calles sin necesidad de andar colgado entre un semáforo y la cornisa de un edificio de oficinas. Así encuentro esas rarezas. En ocasiones la escena ha sido preparada con antelación, alguien intervino con intención en un rincón, una pared o en un solar cerrado. Quiero creer que hay una necesidad constante de expresarse y de algún modo reaccionar ante tanta mediocridad. En esos casos tomar una fotografía de algo ya imaginado ayuda a reforzar su carácter, lo otorga cierta importancia, recobrando el valor de la idea original, quizás amplificada, diferente y transformada.

 

viernes, 8 de julio de 2022

Composición urbana con flores

 


 

Es cierto, asistimos como sonámbulos a la evolución de una sociedad anestesiada, desposeída de contenido, descafeinada en todos los sentidos, individualista como nunca y nos encaminamos directos a la distopía del “mundo feliz”, o quizás de “1984”, según se mire. No tengo ninguna duda. Lo que sucede es que intento vivir con ello, soy consciente de lo poco que puedo hacer al respecto, mi capacidad de maniobra o reacción como individuo está limitada a niveles nunca vistos. Me queda el refugio de la fotografía y por extensión natural la posibilidad de la observación consciente. El mirón de toda la vida refugiado en el intelecto que supone el acto fotográfico y quizás sea demasiado suponer. El enriquecimiento personal ya os digo que no tiene igual y su capacidad de cura mental es considerable. Entonces me permito disfrutar de esas pequeñas escenas y de esos instantes sin pretensiones ni explicaciones. Tan solo es vida.

 

miércoles, 6 de julio de 2022

Arco, Roma y la naturaleza del que camina

 


 

Continué caminando entre el color y las formas de la calle permitiendo ventilar las ideas. Comencé a abandonar el color -¿tiene la ciudad más capacidad de color frente al entorno natural?- todavía busco la reflexión adecuada, una especie de “teoría del todo” fotográfica. Poco a poco fui percibiendo gradaciones de negro, el suelo irregular y el aire mas o menos puro, con los olores reconocibles del espacio abierto de un entorno rural. Fotografié el Arco Romano de Medinaceli ignorando conscientemente la postfotografía. ¿Es igual, parecida o totalmente diferente a tantas otras?. Quizás no me corresponda a mi averiguarlo, tan solo seguir caminando.

 

lunes, 4 de julio de 2022

La conciencia y la calle



 

Lo que capturo en una fotografía puede trascender la propia apariencia de las cosas. La calle, por ejemplo, un hervidero de vida, de sucesos y detalles interesantes que describen lo que somos, comportándose como una gran enciclopedia libre sobre la sociedad donde se formulan preguntas más que describir respuestas. Y esas fotografías superan lo real de la captura porque en ellas se enmarcan multitud de pensamientos, de verdades parciales atadas a un tiempo en exceso breve por necesidad. Y sin embargo ninguna de estas fotografías es importante, o al menos carecen de la importancia del documento que pueda servir para remover conciencias. Es cierto que cada vez hay más imágenes y las que de verdad son importantes tienen un efecto cada vez menor. ¿A caso nos volvemos insensibles?, ¿el exceso de fotografías nos condiciona?. Cada vez que pulso el obturador de la cámara me hago las mismas preguntas.