__
Hacía tiempo que no publicaba un autorretrato (que no un selfie) y en estos días que estoy revisando archivos fotográficos de años pasados, me he encontrado con un pequeño reportaje que hice en una exposición de Elliott Erwitt aquí en Madrid. Se trataba de un conjunto de fotografías que pertenecían a un proyecto extenso sobre Cuba, y reunía instantáneas de dos viajes realizados por Erwitt a la isla, separados por casi 50 años. Una exposición muy interesante. Hablaba en la anterior entrada sobre los fotógrafos y fotógrafas que me han influido y uno de los que ocupan un lugar de honor en mi corazoncito es Erwitt. El caso es que vi esta fotografía donde mi reflejo se funde con la obra en monocromo expuesta. El resultado es curioso, creo que tiene fuerza y guarda cierto misterio; en una instantánea dos épocas diferentes se funden, dos tiempos y dos maneras de retratar unidas por una misma pasión: la fotografía.