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domingo, 21 de febrero de 2010

Escuela de la verdad






























Atravesando la sierra de Ayllón entre las provincias de Guadalajara, Segovia y Madrid, nos encontramos pueblos negros de piedra oscura y villas enrojecidas por las arcillas utilizadas en sus construcciones. Frío serrano que baja de las cumbres, como el pico del lobo, y que perfila inviernos rigurosos, donde los bosques de hayas y robles esconden viejas leyendas, donde la cultura popular deja señales “eternas”.

Lugar de la toma: Sierra de Ayllón, pueblos rojos. Febrero de 2010

Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.
Nikon D200. Objetivo 17-50 f/2,8G. Focal 19 mm. Diafragma f/4,5. Obturación 1/100s. ISO 200.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Yo tenía una granja en África ...



Más quisiera yo. Las historias "bonitas" de las pelis, son pura ficción, bien alejadas del mundano día a día. En realidad tenía un huerto en las afueras de Madrid. Bueno ni siquiera era mío, además lo compartíamos varios coleg@s, para uso y disfrute comunitario.

Allí conocí a Tomás. "Todo un señor saltamontes de las lechugas", sí, sí, un bichejo la mar de simpático, con el que compartíamos gustos gastronómicos en lo referente al tierno vegetal.

Un día me dio por llevarme una cámara compacta, de esas que hacen aceptables macros (era de lo único que disponía en digital, por aquel entonces). Mi intención era inmortalizar a tan entrañable compañero hortelano. Y efectivamente, allí lo encontré, entre las "romanas" y las "hojas de roble", justo a la hora del Vermouth, poniéndose ciego el muy bandido. Aquí os dejo el retrato de nuestro querido Tomás.

Que yo sepa sigue con vida. Al igual que en el cine, en este blog, los animales que aparecen no sufren ningún tipo de maltrato físico o psicológico.

Nikon CoolPix 4500. Ajuste a posición macro y mucha paciencia.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Los sábados al sol



¿Qué se puede hacer una fría tarde de otoño en Zamora?. Pues evidentemente muchas cosas, como en casi cualquier ciudad, y no quiero entrar en polémicas, que si ciudades grandes, pequeñas, ... Una de esas cosas que se pueden hacer, es aprovechar los rayos de sol del atardecer para charlar tranquilamente mientras nos calentamos la espalda.

Otra de las cosas que se pueden hacer es contemplar la puesta de sol, sin más, y robar una fotografía a un grupo de señoras descuidadas, que conversan plácidamente, mientras que el calor del último sol aún hace la tarde agradable.

Y se me ocurren muchas más cosas, pero prefiero no aburrir ... además, hasta aquí, el post me viene de perlas para subir la fotografía que lo ilustra.

Zamora. Mirador en las murallas sobre el Duero.

Nikon D200. Objetivo 12-24mm f/4G. Distancia focal 16mm. Diafragma f/7.1. Velocidad de obturación 1/250s. Sensibilidad ISO 125.

martes, 11 de noviembre de 2008

Rebaño al atardecer



No hay nada como recorrer los rincones de nuestra geografía y abandonarse al placer de descubrir lugares de ensueño. Esos sitios que te dejan un agradable recuerdo, con sus formas, su luz y color presentes, ya para siempre, en un rinconcito de nuestros pensamientos.

Las Villuercas es uno de esos lugares. Comarca situada entre el río Tajo y el Guadiana (toma el nombre de la sierra que la rodea) en el sureste cacereño, cuenta con un buen puñado de rincones que no permiten ser olvidados.

A uno de esos rincones pertenece la fotografía de hoy, con un encanto especial, pero las cabras no las puse yo, ¡palabra!, pertenecen a un rebaño que deambulaba plácidamente por el lugar.

Nikon D70s. Objetivo 12-24mm F/4G. Distancia focal 16mm. Diafragma f/9. Velocidad de obturación 1/400s. Sensibilidad ISO 200.

lunes, 27 de octubre de 2008

Alucinación en la pared






















Una fotografía, en ocasiones no es lo que parece. La forma en que vemos los detalles que nos rodean no tiene nada que ver con el resultado que obtenemos con la fotografía. Al menos para los demás. Cada uno tiene una forma de percibir la realidad diferente al resto.

Por eso, a menudo, lo que obtenemos en fotografía no es comprensible en toda su dimensión, por aquel que no ha presenciado la escena. Cuantas veces tenemos que añadir, ante un sufrido grupo de amigos al que mostramos animadamente las instantáneas de las últimas vacaciones, aquello de: "claro, en realidad tenías que estar allí para verlo ..."

Otra cosa es la abstracción de una realidad. El juego formal con algo supuestamente cotidiano, intentando hacerlo diferente al ojo del que contempla la toma. Aquí es donde, conscientemente, se intenta desvirtuar la realidad y ofrecer lo singular, lo chocante.

Conseguirlo, no sé si lo he conseguido, pero la fotografía que he elegido para la entrada de hoy, me gusta además por ese toque rústico, en contraposición con el frío acero. Si a todo esto le sumo lo espeso que estoy los lunes, es todo un mérito llegar a construir estas cuatro líneas, ¡palabra!.

Exposición. Diafragma f/9. Velocidad de obturación 1/500s. Modo de exposición manual. Medición puntual. Sensibilidad ISO 200.