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viernes, 26 de abril de 2024

Pared pintada




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Revisando citas y notas que voy tomando en un cuaderno leo algo que decía Minor White, fotógrafo estadounidense cuyo trabajo merece una revisión y que me apetecía publicar en el diario: 

"… El estado mental de un fotógrafo mientras crea es […] un tipo especial de vacío. Es un estado mental muy activo, un estado mental muy receptivo, listo en un instante para captar una imagen, aunque no haya ninguna imagen preformada. […] Este estado mental no es muy diferente de una hoja de película -aparentemente inerte-, pero tan sensible que una exposición de una fracción de segundo es suficiente para concebir una vida […].

... No trates de hacer una fotografía, deja que tu intuición te indique el momento adecuado para pulsar el disparador… ".



miércoles, 24 de abril de 2024

Si no somos fotografiados seguro que somos vigilados




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Es cosa de los tiempos que corren. Fotografiamos y nos fotografían, vigilamos y nos vigilan. Vivimos una vida expuesta al escrutinio de los demás, una vida pública sin pretenderlo en cuanto ponemos un pie en la calle. Incluso sin salir de casa, solo tenemos que asomarnos a la pantalla del móvil o del ordenador. Pero por aquello de quitar hierro a la cosa (que no hay duda que lo tiene), prefiero quedarme con esa fotografía espontánea que suelo hacer de la vida de los otros, con discreción y sin maldad, incluso, ¿porqué no?, con cariño.



lunes, 22 de abril de 2024

El negocio




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Casi paso de largo. Me llamó la atención por aquello de como juega la mente con los recuerdos cruzados de mil cosas a la vez. La oscuridad, la cantidad de mercancía disponible para aliviar la necesidad de casi cualquier posible comprador y la posición del vendedor. Todo listo para fotografiar, como un modelo en un set de rodaje o en un plató fotográfico.



martes, 16 de abril de 2024

La vida captada por el fotógrafo de calle




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Hago fotografías de los que realizan fotografías a personas que quizás me estén observando, y las miradas, los objetivos y las cámaras se cruzan, intercambian sus argumentos y puntos de vista y quizás nos percatamos que retratados y retratistas formamos parte de una inmensa red de alcance insospechado. Los resultados son variables en todos los aspectos, pero la posibilidad de imaginar historias de vidas cruzadas es francamente tentadora.



sábado, 13 de abril de 2024

La vida del fotógrafo en la calle




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No tenía claro si el título debía ser este o quizás “la vida del fotógrafo de calle”, en cualquier caso sirva la fotografía de hoy como un sencillo y sincero homenaje a todas y todos los que pasamos gran parte del tiempo dedicado a la fotografía, deambulando por las calles en busca de esa toma que nos haga estremecer cada vez que volvemos sobre ella. Qué enorme satisfacción cuando descargamos la tarjeta de memoria (o revelamos la película) y al revisar las instantáneas encontramos algún diamante en bruto, que debidamente pulido resulta una fotografía de las que tratamos con esmero y guardamos con cariño. Y, pensándolo bien, con qué poco se puede ser tan feliz.



martes, 9 de abril de 2024

Fotografiando a Papá Noel




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Hace unos días Joaquín de Lo Veo en Fotos publicó en su muro de Facebook una fotografía de Richard Kalvar donde aparecía un Papá Noel en el metro de Nueva York realizada sobre los años 70 del siglo pasado. Al verla me vino a la memoria una que yo hice no hace tanto. El caso es que me ha dado que pensar sobre como nos influyen las fotografías de los grandes fotógrafos, de los clásicos, de los más conocidos y los que no lo son tanto (esta que publicó Joaquín creo que no la había visto antes, pero aún así…) hasta el punto que quizás de manera inconsciente tendemos a reproducir aquello que vemos, a nuestro modo claro, pero esa cultura fotográfica (también gráfica y cinematográfica) que más o menos todos tenemos en cierta forma determinan también nuestra manera de afrontar la fotografía.

La fotografía que ilustra el Post de hoy la hice en 2013 durante un viaje a Nueva York, sin lugar a dudas la ciudad donde más cómodo me he sentido fotografiando en la calle. El caso es que el metro de la ciudad es el lugar perfecto para encontrarse casi de todo y a casi cualquiera, por descontado no podía faltar un personaje navideño tan significativo en la cultura estadounidense. Lo peculiar de la situación es que la toma la hice en el mes de agosto, durante un trayecto en la línea 3 del metro la más cercana al apartamento donde estuvimos alojados y que recorre Manhattan desde la calle 148 en Harlem hasta llegar a Brooklyn. Han pasado los años, pero la fotografía permanece y refresca rápidamente los recuerdos.



sábado, 6 de abril de 2024

¿Tenemos pensamientos visibles en blanco y nergo?




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Como no podía ser de otra manera hoy subo una fotografía en blanco y negro relacionada con el tema y lo que venimos comentando distendidamente en este rincón (ánimo, revisad el post anterior). El ejercicio en sí merece la pena, pensar en un tema e imaginarlo en color o como en esta ocasión, en monocromo, salir ahí fuera buscar y fotografiar. Las dos tomas están separadas por bastante tiempo entre sí, esta de hoy es muy reciente, unas semanas, pero las dos comparten esa idea de fotografiar un concepto abstracto, tanto como lo puedan ser los pensamientos de una persona, un modelo que representa su papel sin pretenderlo y seguramente sin comprender el sentido de todo esto.



jueves, 4 de abril de 2024

¿Tenemos pensamientos visibles en color?



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Mientras leía los comentarios que amablemente habéis dejado en mi anterior post, me preguntaba si un mismo concepto se podría afrontar de manera similar tanto en color como en monocromo o si sería necesario descartar la idea debido a las peculiaridades de cada, vamos a llamarlo estilo. Creo que el lenguaje fotográfico no cambia, tampoco las reglas básicas, pero evidentemente cada una de las dos disciplinas requiere consideraciones previas que afectarán al resultado final, es decir de alguna manera estamos obligados a tomar decisiones en el momento de realizar la fotografía en función de cómo queremos “revelar”, si en monocromo o en color. Recuerdo que cuando comencé algo más en serio en esto de la fotografía me planteaba retos o ejercicios técnicos con película en blanco y negro y fue una manera excelente de aprender y asimilar la técnica y los procesos. Con la fotografía digital todo esto se ha simplificado y facilitado el resultado final. Para bien o para mal la decisión la podemos tomar delante de la pantalla del ordenador. En cualquier caso me resulta muy atractiva la idea de plantear un concepto y tratar de expresarlo de ambas maneras, color y monocromo. Pero sin tiempo para salir y practicar el ejercicio, cosa que me propongo realizar porque puede dar resultados muy interesantes, he pensado que tirando de archivo podría ofrecer los primeros apuntes. Hoy publico en color.



martes, 2 de abril de 2024

Si el mundo es en color, ¿porqué fotografiamos en blanco y negro?




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Acabo de recibir información puntual de La Fábrica sobre un libro recién editado de Joel Meyerowitz con el título ¿en color?, y en el párrafo que comenta la obra puedo leer: «¡Pero si el mundo es de colores!». Ya sabéis el eterno dilema de la fotografía, que tanto nos gusta a los aficionados, entre el color y el monocromo qué disciplina representa mejor la autenticidad del medio, la expresividad de la escena captada o la capacidad de comunicar su lenguaje. No, no intento abrir un debate (seguramente estéril), es solo un apunte en mi diario, un recordatorio para añadir este libro a mi lista de deseos fotográficos, demasiado larga ya, o solo una excusa para publicar algo en color con cierta carga de abstracción. 



domingo, 31 de marzo de 2024

Call me




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Un simple graffiti en un muro cualquiera y la imaginación vuela. Junto a esa pared se suceden las historias, cientos de anécdotas quizás repetidas y escuchadas en infinidad de ocasiones. Historias que también componen el imaginario necesario para construir una fotografía dotándola de argumento visual. Y sin embargo el autor del grafiti y el grupo que comparte la charla y el almuerzo, son ajenos los unos de los otros, desconectados y sin reparar en la dimensión que puede llegar a alcanzar esas sencillas decisiones que toman entre café y café. Tomo la fotografía y ese universo aparentemente distante se ordena y cobra sentido. La magia se ha cumplido. Guardo la cámara, cojo el móvil y hago una llamada.


viernes, 29 de marzo de 2024

De espaldas




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Los pensamientos que me están rondando ahora mismo la cabeza, quizás condicionados por la lectura de la prensa diaria (o quizás no y sea algo ya crónico en mi), me hacen detenerme en esta fotografía. ¿Damos la espalda a los problemas?, ¿son tantos y tan graves que preferimos ignorarlos?. Es como si al tomar esta decisión las dudas y los miedos desaparecieran por arte de magia. Tiempos complejos los que nos tocaron, deambulando en una crisis permanente, una montaña rusa destartalada prácticamente desde 2008, ¿quizás más?. ¿Y la gente más joven que no ha vivido otros tiempos?. Preguntas, preguntas, preguntas… ¿pero y las respuestas?. A nuestras espaldas lo más probable es que no las encontremos. Fotografiar la espalda de alguien en la calle procura un punto de misterio, también de desasosiego, quizás de incertidumbre por una sociedad que navega perdida en un mar donde las tormentas se suceden y en el horizonte ya no encontramos esperanza. Fotografiar así a las personas, de espaldas, es un recurso que invita a la reflexión, al menos a preguntarnos el porqué de esa decisión.



martes, 26 de marzo de 2024

Sobre la mirada




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Dicen que una mirada es clave para componer un buen retrato improvisado según las premisas de la fotografía de calle. Seguramente sea así y sin entrar en polémicas ya os digo que la fotografía de una mirada anónima me interesa más cuanto más insinuada y fugaz sea. Es difícil, más que nada por aquello de conseguir el dúo perfecto: una fotografía aceptable y que mi integridad personal sobreviva a ese cruce de miradas entre extraños, estando uno de ellos armado con una cámara fotográfica que usa sin compasión. Pero en fotografía todo es proponérselo, insistir, agudizar el ingenio y pulir la técnica. Y de vez en cuando traigo en la tarjeta de memoria alguna toma que merece la pena.




domingo, 24 de marzo de 2024

¿A dónde van las sombras?




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Recuerdo que antes perseguía las sombras. Las buscaba en esas paredes donde al atardecer, la luz rasante descubre las texturas y los detalles. Eran enigmáticas, misteriosas, con vida, capaces de deslizarse entre las paredes evitando ser capturadas. Por aquel entonces me parecía imposible poder fotografiarlas, revelar sus misterios y despojarlas de todo secreto. Salía a diario cámara en mano buscando la hora propicia, el momento y el lugar. Un buen día, después de muchos intentos conseguí capturarlas en todo su esplendor, las fotografié una y otra vez desde todos los ángulos hasta que perdieron su encanto, las despojé del misterio y dejaron de interesarme. Aquellos eran tiempos de aprendizaje, de tomar notas, de revelar las instantáneas para dar con las explicaciones oportunas a las preguntas necesarias. Con el tiempo se superan muchas interrogantes, la experiencia cubre cada espacio que dejaban las dudas y lo que de manera infantil parecía superado recobra el protagonismo que nunca debió perder. Hoy las sombras vuelven a estar presentes y las busco allí donde se ocultan.



lunes, 18 de marzo de 2024

Interior / exterior




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Qué difícil resulta tomar una decisión en ocasiones. Me siento en el interior de un bar, cerca de la luz que entra por la puerta, una mesa de esas altas y un vino o una cerveza, o quizás un café, el asunto es buscar la excusa justa que me permita permanecer un buen rato observando. Consulto el móvil de vez en cuando, miro la pantalla sin prestar demasiada atención, es solo un mecanismo que ayuda a pasar desapercibido. La cámara muy cerca, a la vista, sin ocultarme pero sin llamar la atención más de lo necesario. Y mientras me lo voy pensando: ¿mejor una toma interior o de alguien que pase por delante de la puerta?. La foto, la narrativa, el discurso, todo cuenta, todo entraña ese juego tan emocionante que lleva a realizar una fotografía. Y en una de esas cojo la cámara enfoco y hago un par de fotografías. Dejo la cámara sobre la mesa y tomo un sorbo de cerveza, vino o el café, lo que quiera que haya pedido. El tiempo pasa y quizás me dé para una toma más.



jueves, 14 de marzo de 2024

El teatro de la vida




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Esta fotografía la tomé con poca luz, luz de una primavera reciente. Obligado al ISO alto cosa que a mi no me molesta en absoluto. Quizás sea porque el “ruido” digital, si se gestiona bien (especialmente en monocromo), me trae todo el sabor de la fotografía clásica, de las emulsiones, de muchos fotógrafos clásicos en blanco y negro que admiro desde hace tiempo, también de tantos recuerdos fotografiados que conservo en varias cajas y algún que otro álbum. Todos argumentos subjetivos cargados de nostalgia y que probablemente se están perdiendo en las aguas de la tecnología y de la modernidad. Y sin embargo, lo admito, me encanta el “ruido”. 



domingo, 10 de marzo de 2024

Mosaico de pareceres




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Si fotografío una pared de la calle repleta de grafitis, pintadas, carteles o una mezcla de todo a la vez, estoy llamando la atención sobre una forma de expresión típicamente urbana, diferente, incluso opuesta a cualquier otra manera de entender el arte. La estoy considerando y otorgando un valor. La fotografía es capaz de centrar la atención y despertar el interés por algo que quizás pasase desapercibido caminando por las calles, expuestos como estamos a mil y un estímulos visuales, la mayoría de ellos con un solo interés: el consumo. Fotografiar lo que algunas paredes exponen permite ofrecer alternativas visuales, imaginar e invitar a la reflexión, apostar por valores alternativos que se presentan a través de las emociones y los sentidos, lejos de lo puramente comercial. Y eso, creo, merece una fotografía.



martes, 5 de marzo de 2024

Buscando un destino




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Agarro el teclado y me pregunto a mi mismo y por escrito: ¿quién soy?, o mejor casi: ¿quién creo ser?, por quién me he tomado usurpando espacio, ancho de banda, píxeles, megabytes y demás zarandajas tecnológicas de esas que permiten compartir fotografías (y también ocurrencias) en las “redes”. Esto me llega al “run-run” de la cabeza al enterarme de la muerte de Ramón Masats, quizás el último de los grandes fotógrafos españoles del paso siglo. Una noticia que queda eclipsada entre tanta incertidumbre que copa todo el noticiario nacional e internacional. Sin embargo, a todos los que amamos la fotografía, nos consta que se va una parte de nuestro saber fotográfico, de nuestra memoria y de la capacidad de comprender el mundo a través de una lente. Como dice un buen amigo, se ha ido “nuestro Robert Frank”.



lunes, 4 de marzo de 2024

Futuro imperfecto




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No tengo mucho más que añadir. La fotografía es suficientemente explícita aunque afortunadamente siempre queda ese espacio para la interpretación, gracias a que la certeza se mezcla con la expresión de una mirada. La tomé en una de las últimas manifestaciones que se han desarrollado aquí en Madrid, denunciando lo que es ya una aberración sin precedentes. Parece que el listón de un futuro digno para todos se pone siempre un poco más elevado, y cada vez resulta más inalcanzable solo pensar en superarlo.



miércoles, 28 de febrero de 2024

La vida en amarillo




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Más allá de la obviedad de la “vida en rosa”, me estaba haciendo la pregunta si vivir tiene emparejado algún color determinado, un color aceptado socialmente. No he llegado a conclusiones claras, y me preocupa porque parece que últimamente no termino de aclararme en casi ninguna duda de esas trascendentales que me rondan la cabeza. Y no digo que esto del color de la vida sea algo de una importancia crucial, pero sí que me gustaría imaginar un color concreto sin tener que valorar si es el idóneo mientras observo una escena en la calle un día cualquiera. Igual de lo que se trata es de dejarme llevar y aceptar el color que domina cada momento determinado y ese sí será el color de la vida, al menos por unos instantes, quizás durante una mañana o todo un día completo. Supongo que a la gran mayoría de las personas les da igual, pasan y no valoran si ese día es rojo, por ejemplo, y claramente debería ser verde. Un problema menos (dirán). Pero yo como buen tozudo que soy, prefiero imaginar cada día en un color y lo busco, desde que me levanto por la mañana lo busco, porque el color puede condicionarnos el día. Pero, ¿y cuando todo apunta al blanco y negro?, ¡ay amigos!, eso ya son palabras mayores.


 

lunes, 26 de febrero de 2024

Detrás del cristal




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Afirmaba Saul Leiter que con frecuencia, las fotografías están consideradas como instantes de realidad pura, cuando en verdad se trata de fragmentos de recuerdos de un mundo inacabado. Siempre he tenido muy presente esta manera de entender la fotografía, esos fragmentos de un mundo y de una verdad incompleta, inacabada. Lo que mostramos en cada fotografía es solo parte de esa verdad, un instante fugaz, reflejos de luz mitad verdad mitad invención. Y aunque no partamos de la nada, sino de una escena aparentemente real, interpretamos siempre según nuestros recursos y aprendizaje, nuestras manías y peso cultural. Estas peculiaridades condicionan la respuesta final, determinan la obra gráfica resultante.