Es la realidad maleable?

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Zeta

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La arquitectura urbana es parte de nuestra manera de concebir esta sociedad. Interactuamos de manera cotidiana, casi siempre facilita nuestras relaciones y en ocasiones nos resulta tremendamente bella.

Los fotógrafos la observamos de manera especial, intensa, buscando ese mensaje que no siempre es directo. En ocasiones percibimos frases inacabadas, palabras entrecortadas o simples letras. Hay intención de comunicar algo, sin duda, tan solo es necesario la codificación adecuada para comprenderlo.

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Un mar de recuerdos

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Vamos cambiando de tema a ver si nos refrescamos un poco ...

Un giro de lo real

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Y final de la serie.
Aún siendo una arquitectura mil veces fotografiada, creo que vale la pena aportar una opinión personal en forma de imágenes. Espero no haber aburrido.

Y para desengrasar nada mejor que una “gran manzana” en Aminus 3 ...

Intensidad emocional

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Probablemente abrir el cielo con un filo cortante de metal y acomodar formas en complejo equilibrio fue una de las razones de ser. ¿Pero alguien le preguntó a las nubes y al aire que respiran?.

Esperando respuesta

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Insignificantes y únicos.

Sutilmente femeninas

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Dicen que las curvas lo son.

La grieta

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Y en Aminus 3 ...

Bajo el vientre

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Sólo puedo imaginarlo en blanco y negro.
Salvo en el atardecer, ese momento le pertenece al color.

Serpiente marina (fragmento)

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Sigo por Bilbao ...

Desde las escaleras

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Esta fotografías pertenece a una pequeña serie que hice en una reciente visita a Bilbao. Está tomada desde las escaleras junto a la ría. Espero que os guste.

Y en Aminus 3

Escalera angosta

 

Casco viejo

No quiero abandonar Bilbao sin pasear por su casco viejo. Atravesar sus callejuelas, los soportales y observar a sus gentes. Luego unos zuritos y unos pintxos para reponer fuerzas. Es todo lo necesario para convertir una mañana en inolvidable. Me conformo con poco, para mi es suficiente.

Nikon D70s. Objetivo 12-24 mm f/4G. Distancia focal 18 mm. Diafragma f/4,5. Velocidad de obturación 1/50s. ISO 200.

Las curvas

Qué sinuosidad. Qué curvas tan atractivas. También lo bello puede ser funcional, o mejor, ... todo lo funcional debería de tener ese toque, esa gracia estética, tan necesaria para hacer una ciudad más amable y no el simple asfalto y ladrillo impersonal. Seguro que serían lugares mejores para vivir.

Nikon D70s. Objetivo 12-24 mm f/4G. Distancia focal 15 mm. Diafragma f/10. Velocidad de obturación 1/250s. ISO 200.

Al otro lado de la ría

Al otro lado de la ría, Bilbao nos ofrece otro rostro, muy diferente, lejos de la modernidad. Una cara más real, menos divina, y no por ello menos fotogénica.

Nikon D70s. Objetivo 18-70 mm f/3,5-4,5G. Distancia focal 24 mm. Diafragma f/6,3. Velocidad de obturación 1/100s. ISO 200.

La custodia

Y abajo, a ras de suelo, la araña es la encargada de custodiar la mole. Nada especial, tan solo metal retorcido, pero impone pasar por debajo.

Nikon D70s. Objetivo 12-24 mm f/4G. Distancia focal 14 mm. Diafragma f/10. Velocidad de obturación 1/250s. ISO 200.

Perspectiva

Una toma amplia, buscando las fugas, y aprovechando las curvas, que este edificio cuenta con unas cuantas. Las personas parecen insignificantes ante tal monstruo.

Nikon D70s. Objetivo 12-24 mm f/4G. Distancia focal 15 mm. Diafragma f/7,1. Velocidad de obturación 1/200s. ISO 200.

Formas

Qué diablos tendrá ese edificio que me cautiva. Me refiero al Museo Guggenheim Bilbao. Si, ya se que hay muchos detractores, que se habló en su día de una “mole sobre la ría”, que puede resultar una patraña sin sentido y de costes desproporcionados, con unos contenidos más que discutibles, ... si todo eso lo sé, se lo que me dice la razón. Pero aún así disfruto con sus formas, con sus curvas, es realmente fotogénico el “jodio”, y cada vez que he visitado Bilbao no puedo dejar de pasear a su alrededor y hacer algunos disparos. Atracción fatal, diría yo.

Nikon D70s. Objetivo 18-70 mm f/3,5-4,5G. Distancia focal 70 mm. Diafragma f/8. Velocidad de obturación 1/320s. ISO 200.

¿Qué inquieta a las sombras?

Caminan a nuestro lado, a nuestro ritmo, son parte de nosotros. Evidentes en días de pleno sol. Sutiles en días de frío invierno. Siempre presentes.

Me pregunto que les inquieta, siempre parecen ajenas a nuestros problemas, a nuestros conflictos personales. De algún modo se relacionan con otras, sin dificultad, se funden sin compromisos ni deberes, en silencio.

Sombras como las que ilustran esta fotografía, tomada en la escalinata del Museo Guggenheim de Bilbao. Sombras de algún paseante que han quedado atrapadas por la emulsión de la película de blanco y negro.

Nikon FM2. Película de blanco y negro T-Max de Kodak. Objetivo fijo de 50 mm. Enfoque manual.