El azul del agua

 

 

En realidad el agua no es azul, pero cuanta fantasía cromática despierta. Con toda probabilidad el verano sería otra cosa sin el agua azul. Las piscinas, el mar… incluso el agua de la ducha lo imagino saliendo azul, algo así como un pedazo de irrealidad que me invita a soñar con otros lugares y otras circunstancias. Luego está aquello del frescor, pero, ¿qué color tiene el frescor?.

 

 

Regreso

Lo cierto es que cuesta volver. Vacaciones de verano, (demasiado caluroso, cada vez más), desconexión y relax. La vuelta siempre queda como esa asignatura pendiente en septiembre. Al menos a mí me pasa. Lo único que me saca de este letargo posvacacional y pandémico, de alguna manera triste, son los recuerdos. Las fotografías de una gran ruta el GR11 desde Ansó, cerca de Jaca, hasta Hondarribia. Entre el cielo y el mar, entre las montañas y los ríos. Feliz viaje (y regreso).

 

Sala de exposiciones natural

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Arrancando la "temporada" tras un periódo de descanso ... Tomada en algún lugar de los Alpes franceses, durante el Trekking del Mont Blanc que hicimos estas vacaciones. Como siempre me detengo en aquellas escenas o situaciones que me llaman la atención y que me aportan algo. Espero que os guste.

Feliz retorno a todos !!

Información vacacional

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La pose

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Frente al selfie, prefiero la pose de grupo, toda una clásica en los viajes. Siempre más interesante para observar desde fuera, como ese voayeur que me gusta ser en demasiadas ocasiones. Casi permite un análisis sociológico de los retratados.

El ciclista ausente

 

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Preparativos para un torneo en la playa

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Ahora que se acerca la primavera, es como si me tirase más el color ….

Escorzo de verano

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Cuando acaba julio tengo la impresión de terminar la temporada, un descanso -siempre breve- y el nuevo curso a la vuelta de la esquina. Supongo que se trata de reminiscencias de mi etapa en primaria, aunque de niño el verano siempre era largo y apacible. De niño todo era mejor.

Me tomo un descanso por algún tiempo. Aunque es complicado hacerlo del todo. Demasiadas luchas, demasiados frentes, demasiadas atrocidades en marcha, aquí y allá (otra vez Palestina, siempre Palestina).

Haré fotos, eso siempre. Esa vía de escape que me procura la felicidad del acto fotográfico.

Para los que pasáis por Madrid estos días, no dejéis de visitar las exposiciones de Navia y Gacía-Alix en el Círculo de Bellas Artes, y Cartier Bresson en la Fundación Mapfre. Imprescindibles.

Pasadlo bien.

Anochecer en La Albufera

La luz del Mediterráneo en La Albufera valenciana tiene una calidad difícilmente igualable. Una “isla” en medio de la sin razón del boom inmobiliario, que como un virus, ha infectado sin remedio la práctica totalidad de la costa levantina.
Con más motivo, se me antoja uno de los parajes más fotogénicos que conozco, donde es un auténtico placer asegurar la cámara en el trípode y dejar pasar las horas, con la excusa de fotografiar la mejor luz posible.

Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.

Nikon D200. Objetivo 17-50 f/2,8G. ISO 100.

Osos y otras especies

Estacionar la auto-caravana en las zonas de acampada en medio del bosque fue uno de los auténticos placeres de este viaje. Te sientes en medio de la naturaleza, y aunque los servicios son extremadamente escasos, en ocasiones reducidos a una simple letrina, se compensa con la sensación de libertad que produce. En lugares así es donde nos fue más fácil observar caribous, nutrias de mar, moose (alce de Alaska) y ....¡osos!.
Cuando tienes un oso grizzly en frente a unos escasos 100 metros, mirándote, os aseguro que el subidón de adrenalina no lo supera ningún deporte de aventura, por mucho riesgo que entrañe su práctica.
Lamentablemente no estuve muy acertado con la cámara. En ocasiones me temblaba el pulso por pura emoción y en otras ocasiones me temblaba por ... en fin me temblaba.

Alberto, esta entrada va por ti, que la disfrutes chaval.

Nikon D70s. Objetivo 18-70 mm f/3,5-4,5G. ISO 200.

Organizando el trabajo

El Trekking sendero abajo no tiene un momento de monotonía. Descendemos entre terrazas de arrozales, juncos y bambúes. El paisaje es sorprendente, todo un regalo para los sentidos, pero aún nos atraen más los quehaceres de las gentes que nos cruzamos en el camino, eso nos hace detenernos una y otra vez, por el simple placer de observar.

Nikon D70s. Objetivo 18-70 mm f/3,5-4,5G. Distancia focal 70 mm. Diafragma f/9. Obturación 1/200s. ISO 200.

Lejos del mundanal ruido

Cuando estás lejos de los problemas todo te parece insignificante. Pequeñeces lo que antes pasaba por agobiante; minúsculo lo que antes era insuperable. ¿Acaso vivo engañado y ya no se distinguir lo que es realmente transcendente en la vida? ... viajar me ayuda a conectar con una realidad, la realidad que nos tienen vetada.

Nikon D70s. Objetivo 18-70 mm f/3,5-4,5G. Distancia focal 34 mm. Diafragma f/8. Obturación 1/125s. ISO 200.

Montañas verdes

En una linea más agradable, en esta ocasión, os invito a una caminata por un sendero de montaña que nos llevará a conocer algo más de los paisajes y costumbres de las gentes de Sapa. Salimos muy temprano para evitar en lo posible el calor sofocante del día, una mochila ligera para cargar agua y algo de comida, unas buenas botas y excelente compañía.

Nikon D70s. Objetivo 18-70 mm f/3,5-4,5G. Distancia focal 44 mm. Diafragma f/10. Obturación 1/250s. ISO 200.

Elixir de la vida

Diente de dragón, piel de serpiente, hierbas aromáticas, esqueleto de escorpión, piel de rata, Jengibre, hongos y setas alucinógenas .... y de aquellos nombres, que ni en mis mejores sueños, podría recordar. Muchas de esas plantas y raíces provienen de la milenaria medicina china. El resultado, entre otros muchos, son los tónicos energéticos, vigorizantes y vitalizantes de alma y cuerpo.

Nikon D70s. Objetivo 18-70 mm f/3,5-4,5G. Distancia focal 29 mm. Diafragma f/7,1. Obturación 1/100s. ISO 400.

Cálidos recuerdos

Ahora que el frío nos niega un respiro, que este maldito invierno anticipado comienza a pasar factura en forma de resfriados, gripes y demás males propios de estas temperaturas, justo ahora es cuando mejor sienta recordar las vacaciones. Sobre todo si se ha disfrutado de sol, buen tiempo, calorcito, atardeceres rojos, siesta o café y tertulia.

De eso va este post. De intentar evocar cálidos recuerdos veraniegos. ¿Qué mejor forma de continuar la semana? ... si, lo sé, ... hay otras muchas maneras. Pero esta también cuenta, ¿no?.

Nikon D70s. Objetivo 17-50mm f/2.8G. Distancia focal 26mm. Diafragma f/16. Velocidad de obturación 1/25s. Sensibilidad ISO 200.

Sapa, Vietnam.

Hoy quiero recordar el viaje que hicimos a Vietnam el año pasado. En el Nort-Este del país se encuentra Sapa, una localidad perteneciente a la provincia de Lao Cai, donde las montañas cubiertas de exuberante vegetación, se abrazan con la niebla y las nubes. Donde el campo con forma de terrazas está sembrado de arrozales, y los pueblecillos se esparcen sin un orden aparente, entre ríos torrenciales y bosques de bambú.

Alejarse unos cuantos kilómetros de Sapa, recorrer sus caminos, visitar sus pueblos y maravillarse de la riqueza cultural de sus minorías étnicas, como los H'mong, los Dzao y los Thai, es toda una gozada para cualquiera con la mente abierta, dispuesto a liberarse de sus prejuicios occidentales y con ganas de enriquecerse cultural y epiritualmente. Toda una experiencia para los sentidos.

Como la ocasión lo merece, para esta entrada os dejos dos fotografías de este maravilloso lugar.

Datos de la exposición:
Primera fotografía. Nikon D70s. Objetivo 18-70mm f/3.5-4.5G. Distancia focal 18mm. Modo de enfoque Manual. Diafragma f/11. Velocidad de obturación 1/160s. Modo de exposición manual. Sensibilidad ISO 200.

Segunda fotografía. Nikon D70s. Objetivo 18-70mm f/3.5-4.5G. Distancia focal 22mm. Modo de enfoque Manual. Diafragma f/9. Velocidad de obturación 1/200s. Modo de exposición manual. Sensibilidad ISO 200.

Pies sobre la arena

¿Qué podemos pedir en la vida?, tal vez riqueza, mucho dinero en alguna primi, poder tener objetos de deso; acaso salud, para, al menos, no tener que deambular de médico en médico intentado que comprendan nuestra dolencia.

Quizás suerte en el trabajo, triunfar profesionalmente, ser un emprendedor, un fuera de serie en lo que haces, ... marcar estilo, que te imiten, que seas objeto de deseo, tal vez ....

Amor, afortunado en ese entramado de relaciones sentimentales, pareja estable o posibilidades múltiples ...

O tal vez, simplemente tu gente, compañera, amigos, pareja, esas personas a las que puedes fotografiar los pies, sin explicarles para qué coño quieres hacer semejante estupidez. Esas personas con las que compartes alegrías de vez en vez y de 6 a 8 (qué recuerdos me trae esta canción!!).

Nikon D70s. Objetivo 12-24mm F/4G. Distancia focal 12mm. Diafragma f/10. Velocidad de obturación 1/400s. Modo de exposición manual. Medición matricial. Sensibilidad ISO 200.

Isla Cristina. Huelva

El comentario que me dejó Hortelano Viajero (tiene delito el nombrecito), sobre un episodio de nuestras azarosas vidas acaecido en Punta Umbría, me hizo recordar aquellos días, con una divertida sonrisa.

No voy a soltarme el rollo contando batallitas, os remito para ello al blog de Sergio del Molino, que no sólo escribe infinitamente mejor que el autor de este fotoblog, sino que lo hace con bastante más gracia.

Estos recuerdos me han servido de excusa, para rescatar una fotografía, no de Punta Umbría, pero si de un lugar cercano. Se trata de la playa de Isla Cristina. Un atardecer de finales del pasado mes de agosto.

¡Qué atardeceres tan cálidos se disfrutan en esa zona!. En otra entrada pondré alguna instantánea más. Merece la pena.

El sueño del vendedor

Es lo que tiene pasar tanto calor. En Ho Chi Ming el calor y la humedad son tan intensos, que obligan a un sueño reparador. Este vendedor ambulante de peces lo sabe bien, y a la sombra, es el mejor lugar posible para descabezar un sueñecito.

Lo que no sabemos es como estarán los pececitos. Bueno al menos remojados lo llevaran mejor.