Es cierto, asistimos como sonámbulos a la evolución de una sociedad anestesiada, desposeída de contenido, descafeinada en todos los sentidos, individualista como nunca y nos encaminamos directos a la distopía del “mundo feliz”, o quizás de “1984”, según se mire. No tengo ninguna duda. Lo que sucede es que intento vivir con ello, soy consciente de lo poco que puedo hacer al respecto, mi capacidad de maniobra o reacción como individuo está limitada a niveles nunca vistos. Me queda el refugio de la fotografía y por extensión natural la posibilidad de la observación consciente. El mirón de toda la vida refugiado en el intelecto que supone el acto fotográfico y quizás sea demasiado suponer. El enriquecimiento personal ya os digo que no tiene igual y su capacidad de cura mental es considerable. Entonces me permito disfrutar de esas pequeñas escenas y de esos instantes sin pretensiones ni explicaciones. Tan solo es vida.
Me parece una buena forma de disfrutar de la vida. Eres un gran observador.
ResponderEliminarQue tengas un buen fin de semana.
Gracias, igualmente, un abrazo
EliminarLa vida sigue... aunque cambien tantas cosas. Y los instantes siempre son hermosos. Abrazo y a seguir fotografiando.
ResponderEliminarCreo que nunca dejaré de fotografiar. Abrazos
EliminarGreat blog
ResponderEliminarGracias
EliminarGreat blog
ResponderEliminarSaludos :-)
EliminarNo había sitio para el jarrón con flores o quizás sí... para ti.
ResponderEliminarAferradetes, Ángel.
Supongo que es un reclamo con buen gusto y por aquello de dar un poco de vida a una calle corriente. Un abrazo
EliminarEstuviste atento. Desde luego la foto es extraña de narices. Me encanta! Genial.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo !
Gracias, me alegra que te guste, y sí, igual algo rara si es ;-)
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