miércoles, 6 de mayo de 2009

Reichstag (II)



Esperar paciente la cola, no demasiada todo hay que decirlo, que eso de "hacer cola" reconozco que no es lo mío, bueno supongo que no es lo de nadie, pero quiero decir que prefiero visitar aquellos lugares donde las esperas innecesarias sean las mínimas posibles, y dejar pasar el tiempo en quehaceres más mundanos, como pasear o tomar un café en un bar que atraiga mi atención, charlar tranquilamente con Teresa sobre esta o aquella cosa, distraernos con la actividad de la ciudad o contemplar una plaza que desvela su historia en cada ventana y en cada farola.
Finalmente, estaba diciendo, subí la escalinata de entrada y bajo el umbral se erguían por encima mía las columnas, poderosas estructuras arquitectónicas, que parecían perderse en lo alto del techo, ya casi en el cielo. Imponente entrada, mitad clasicismo, mitad modernismo. Una mezcla perfecta de cristal y piedra, de materiales que nos hablan de las vicisitudes por las que ha atravesado el Reichstag a lo largo de su historia. Restaurado magistralmente, apenas se permite mostrar las cicatrices de tiempos pretéritos. Un buen inicio me dije, promete.

Nikon D200. Objetivo 12-24 mm f/4G. Focal 12 mm. Diafragma f/5,6. Obturación 1/100s. ISO 100.