Cuando el bosque se espesa y lo árboles comienzan a ganar altura, el camino se va cerrando, el entramado de ramas y hojas apenas deja pasar la luz. Buscar una marca que indique la dirección acertada pasa a ser una prioridad, más que nada para evitarnos hacer kilómetros de más. En estos viajes todo se simplifica, la vida resulta sencilla y sientes que puedes controlarla.