sábado, 5 de febrero de 2022

Llaman

 


 

Me siento frente a la pantalla buscando una fotografía para publicar y dejo volar los pensamientos en mil vaguedades. Creo que cada fotografía merece un texto, muchas o pocas palabras que den forma a una imagen, lo entiendo más como un complemento y no como una explicación. Cada fotografía debe de ofrecer las suficientes capas de lectura como para poder imaginar otras tantas ideas sobre lo que se observa. Y ya. Pero esas palabras sirven para contextualizar un antes o un después, o sencillamente ideas que rondan mi cabeza mientras edito una fotografía concreta. Hubo un tiempo, aquellos comienzos en el blog, que era mucho más vehemente y en más de una ocasión me llevó a enfrentamientos que ahora ya no busco ni me intereso por en ellos. He retomado la idea del diario fotográfico, me parece un renacer o quizás una segunda juventud de este formato para publicar fotografías, y que encuentro bastante más interesante que las trilladas Redes Sociales. Una puerta más, distinta, más sugerente. Atravesarla depende de cada uno, claro, en cualquier caso a mí me resulta tremendamente gratificante.