viernes, 8 de julio de 2022

Composición urbana con flores

 


 

Es cierto, asistimos como sonámbulos a la evolución de una sociedad anestesiada, desposeída de contenido, descafeinada en todos los sentidos, individualista como nunca y nos encaminamos directos a la distopía del “mundo feliz”, o quizás de “1984”, según se mire. No tengo ninguna duda. Lo que sucede es que intento vivir con ello, soy consciente de lo poco que puedo hacer al respecto, mi capacidad de maniobra o reacción como individuo está limitada a niveles nunca vistos. Me queda el refugio de la fotografía y por extensión natural la posibilidad de la observación consciente. El mirón de toda la vida refugiado en el intelecto que supone el acto fotográfico y quizás sea demasiado suponer. El enriquecimiento personal ya os digo que no tiene igual y su capacidad de cura mental es considerable. Entonces me permito disfrutar de esas pequeñas escenas y de esos instantes sin pretensiones ni explicaciones. Tan solo es vida.