domingo, 4 de octubre de 2009

Momentos




Abandoné el camino y pendiente arriba llegué hasta la entrada. Una puerta de hierro guardaba el acceso, había soportado el paso del tiempo con orgullo y determinación. Por toda cerradura, contaba con un anudado de alambre, el cual deshice con delicadeza, era todo lo que me separaba de un rincón especial.

La luz que proyectaba el sol de media tarde convertía ese lugar en especial.

Caminé despacio. Respiraba el suave aroma de las flores silvestres y según avanzaba, notaba la hierva fresca rozando mis pies. Mil destellos chisporroteaban entre las hojas nuevas, disparando ráfagas de sol sobre mi cara, era una sensación placentera. Todo un lujo encontrarme allí, por un momento (qué medida de tiempo tan extraña ... momentos), me sentía pletórico, poderosamente fuerte.

La fotografía de hoy es parte de aquel recuerdo. Ahora, recién comenzado el otoño, cuando el sol apunta al atardecer, dejo que sus rayos me acaricien la cara, por un "momento" ... entonces espero unos minutos, vuelvo sobre mis pasos y cierro la verja, con el mismo alambre, con la misma delicadeza.

Lugar: San Quirce del río Pisuerga. Palencia.

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Nikon D200. Objetivo 12-24 f/4G. Focal 12 mm. Diafragma f/4,5. Obturación 1/125s. ISO 100.