martes, 5 de diciembre de 2023

Una invitación con la mirada




__

No estoy preparado para ciertas noticias y cuando llegan, aún siendo esperadas, caen como un jarro de agua helada. La vida propia, ese espacio personal entre la carne y lo espiritual, es un discurrir sobre una línea temporal donde se cruzan infinidad de ramificaciones derivadas de otras vidas, a las cuales asistimos nos influyen y condicionan. Todo en el transcurso de una milésima de unidad de temporal, esa medida que tiene que ver con el universo más que con la percepción propia. Somos insignificantes en el todo, pero eso no me consuela, al contrario, mis pensamientos se llenan de soledades y las emociones se descontrolan. Quisiera volver a ser un niño por un tiempo y sentir que todo es más sencillo y que con una simple mirada se transmite un universo entero.