miércoles, 24 de junio de 2009

Faunia (VI). Dedicado a Ripley, ¡ánimo campeón!.



El mundo animal es una fuente de abstracción inagotable. Una mera conceptualización de la vida salvaje en términos de texturas, tonos y colores, nos aleja de las formas claramente reconocibles y hace que nos invada la curiosidad. El volumen, la forma y las líneas que componen los detalles de este pelícano, bien podrían encontrarse en otras partes de la naturaleza, tal vez en un paisaje, en las caprichosas formas de las nubes o en el remanso de un río, sin embargo es el ojo el que atrae la mirada, es la vida animal la que despierta en nosotros la máxima curiosidad. Y yo, tan sólo pasaba por ahí.

Nikon D200. Objetivo 70-200 mm f/2,8G. Focal 200 mm. Diafragma f/7,1. Obturación 1/400s. ISO 125.