martes, 26 de enero de 2010
Desde el cielo
Me siento como un niño aquí arriba. O mejor, como un Dios, con el mundo a mis pies, tratando de tú a estos seres fantásticos, ahora inertes vestigios de tiempos pasados de poder y dominación sobre la tierra. Demonios, duendes, gigantes deformes, mezclas imposibles de aves y mamíferos terrestres. Siempre al acecho siempre expectantes, a punto de renacer.
Me siento como un niño aquí arriba, porque he podido jugar a soñar que formaba parte de su mundo, que veía por sus ojos, que sentía a través de los poros de su piel de terracota.
Me siento como un Dios por compartir estos momentos con los seres más excepcionales de esta gran construcción.
Vosotros, mortales, me entenderéis.
Lugar de la toma: París. Abril 2006
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.
Nikon D70s. Objetivo 18-70 mm f/3,5-4,5G. Focal 24 mm. Diafragma f/6,3. Obturación 1/320s. ISO 200.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)