viernes, 16 de abril de 2010
El Confesionario
No tengo fe ni creencias religiosas, me considero ateo, pero de alguna manera me atrae el aire que se respira en las iglesias. Este confesionario recibía un pequeño haz de luz por toda iluminación. Misteriosa a la vez que íntima, casi divina, no es para menos, este pequeño habitáculo es lugar para expiar los pecados, recibir consejo o tal vez tan sólo escuchar una voz de consuelo, porque, amigos míos, a veces vivir es tremendamente doloroso.
Lugar de la toma: Roma. Marzo 2010
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.
Nikon D200. Objetivo 17-50 f/2,8G. Focal 29 mm. Diafragma f/5. Obturación 1/80s. ISO 160.
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