Hace 40.000 años un lago ocupaba su lugar, hoy Uyuni situado a 3.650 metros de altura, con sus 12.500 km2, y sus más de 10 billones de toneladas de sal, es el salar más grande del mundo, un inmenso manto blanco, un espejo imposible.
Me gusta creer que de los viajes se guardan las sensaciones, como algo muy preciado que queda eternamente grabado en algún pliegue del cerebro.
Aún siento el crujir de mis pasos sobre la costra de sal, la sensación al respirar como si fuera imposible llenar los pulmones de aire, un aire seco y extrañamente templado, y la luz, esa luz imposible de olvidar.
Lugar de la toma: Bolivia. Agosto 2010
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.
1ª foto: Nikon D200. Objetivo 24-70 f/2,8G. Focal 24 mm Diafragma f/6,3. Obturación 1/200s. ISO 125.
2ª foto: Nikon D200. Objetivo 24-70 f/2,8G. Focal 24 mm. Diafragma f/6,3. Obturación 1/160s. ISO 125.
3ª foto: Nikon D200. Objetivo 12-24 f/4G. Focal 12 mm. Diafragma f/8 Obturación 1/250s. ISO 100.