Eso es una ventana, efectivamente, una mirada al mundo, nada más tentador para un fotógrafo, ¿no creéis?, armado de paciencia y una penetrante mirada. Somos voayeurs incorregibles, eternamente insatisfechos.
Lugar de la toma: París. Mayo 2011.
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.