París no tiene un metro moderno, aunque si es un buen metro. Sus antiguos vagones brindan constantes posibilidades para el fotógrafo atento. Escenas del día a día, nada más y nada menos; cuadros costumbristas de un mundo, tal vez, demasiado moderno. Son momentos sencillos, pero sublimes.
Lugar de la toma: París. Mayo 2011.
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