martes, 13 de marzo de 2012

Un viaje diferente



Hacía tiempo que me rondaba por la cabeza la idea de hacer un viaje en tren por Europa. Quizás me movía la imagen romántica del tren frente a otros medios de transporte rápidos y directos; pero sobre todo es la creencia en un concepto más “físico” de sentir el viaje, disfrutando cada desplazamiento.

Este verano pasado nos decidimos. Mi compañera y yo hicimos las mochilas, sólo lo imprescindible, aquello con lo que pudiéramos cargar durante 24 días. La movilidad era la clave pues el recorrido era relativamente largo.

Es difícil seleccionar tan poco, para tan largo periodo, y especialmente si hay que sumar un mínimo equipo fotográfico. Además de cargar con el trípode. Pero ¡¡qué coño!!, esta vez quería viajar y fotografiar. Me refiero a planificar el tipo de fotografía que pretendía hacer, incluso antes de salir de casa.

Compramos un billete de InterRail, opción itinerario libre por un periodo de 22 días, más que suficiente ya que comienza a contar cuando se hace el primer trayecto. La idea era partir de Budapest, permaneciendo en esta ciudad 4 o 5 días antes de empezar el recorrido en tren.

El itinerario lo teníamos claro desde el principio, los días que nos quedaríamos en cada lugar no. Pero esa es la grandeza de un viaje, moverse libremente sin importar demasiado donde estarás mañana. Si nos gustaba lo que veíamos al bajar del tren, nos quedábamos unos días. Si no, continuábamos el trayecto. Improvisar era esencial, disfrutar también. No nos importó tanto conocer más o menos lugares como estar a gusto en ellos. La única premisa era el día que debíamos estar de vuelta en Madrid.

Como decía, empezamos en Budapest. En tren recorrimos Hungría, atravesamos frontera con Croacia y paramos en Zagreb. Seguimos recorrido por la costa Dálmata, hasta Split, paramos en Trogir y cruzamos a Vis. En Split acababa la vía férrea y seguimos en autobús hasta Dubrovnik, parando en algún pueblecillo y visitando alguna isla en ferry. Luego, de nuevo en Split, cruzamos el Adriático hasta el puerto italiano de Ancona. Seguimos en tren atravesando la Toscana hasta Florencia. Desde allí con trenes de cercanías visitamos lugares como Pisa, Lucca o Siena. Seguimos en tren hasta París, y tras descansar unos días, tomamos el tren hotel a Madrid-Chamartín.

Lo que iré publicando en las próximas semanas es la historia en imágenes de ese viaje. Un punto de vista personal, detalles de la vida en otras plazas, momentos que en su día me pareció interesante retratar. Como promete ser larga, alternaré con otras fotografías: instantes que surjan, tiempos captados que pidan ser mostrados, ...

... Bienvenidos al tren.

20 mm. f/3,5. 1/15 seg. ISO 320

Lugar de la toma: Budapest. Agosto 2011.
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.