domingo, 6 de septiembre de 2009

Como iba diciendo ... (regresé)



Calor, calor, calor ... ¿qué otra cosa puedo decir?. Apenas hace pocos días escribía unas líneas en el antiguo puerto de Buenos Aires (Argentina), con una temperatura de 14 grados en el ya casi final del invierno austral, y ahora vuelvo a retomar el día a día del blog con algunos grados de más y alguna gota de sudor deslizándose por mi frente, en este casi interminable verano.
Vuelta a Madrid, vuelta al trabajo, vuelta al blog .... en fin vuelvo al día a día. Es duro el regreso, no lo voy a negar, pero buenas sensaciones y hermosos recuerdos me acompañan de este reciente viaje por La Patagonia, y ello me alivia y me anima a continuar.

Como iba diciendo, salimos de El Calafate dirección las Torres del Paine. Pasamos el puesto fronterizo argentino, (por cierto, un lugar bastante desolador) y tras recorrer unos kilómetros por lo que allá llaman “tierra de nadie” (¡!), llegamos a Cerro Castillo, pequeña localidad que sirve de frontera con Chile y donde debemos volver a pasar aduana. Los trámites son un tanto exagerados y nos alegramos infinito de que, en temporada baja, apenas seamos dos vehículos de viajeros los que pretendemos cruzar la frontera, de no ser así, puedes pasar toda una mañana a la espera de entrar en Chile.
Tras los trámites, aguardamos en un café, a escasos metros del puesto de carabineros, el enlace que nos adentrará en el Parque. Es muy temprano, el frío intenso, el café, muy caliente, alivia y ayuda en la espera.

Nikon D200. Objetivo 12-24 mm f/4G. Focal 15 mm. Diafragma f/6,3. Obturación 1/160s. ISO 100.