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En otras latitudes seguro que es así.
Del túnel de Guadarrama hacia el sur el clima seco, los cielos azules y las heladas de madrugada son la tónica.
Yo sí echo de menos un invierno de verdad, lo del sucedáneo edulcorado que se alarga en Madrid es un padecer.
La fotografía que subo está tomada a finales del pasado año, en el circo glaciar de soaso en Ordesa, Pirineo aragonés.
Una imagen que invita a contemplarla desde la calidez interior de una casita junto al fuego y bien protegidos de los elementos exteriores.
ResponderEliminarDesde luego largo y frío son dos adjetivos que describen la foto, buen trabajo.
Un abrazo.
Estalagtitas, estalagmitas y el azul del cielo se intuyen al levantarse la niebla en una foto así.
ResponderEliminarAbrazo y feliz 2015
Esta siendo un invierno atípico incluso en mi tierra, en Andalucía, aunque hoy que he vuelto a madrugar tras el parentesis vacaciona, hacía un fresquito importante. Bonita foto.
ResponderEliminarUn buen lugar para percibir lo que es el invierno de verdad.
ResponderEliminarEn Madrid no parece que se decida nunca a comenzar y eso tiene como consecuencia la contaminación que venimos padeciendo. Un abrazo Ángel.
Una imagen extraordinária, con esa niebla que, además, le añade misterio.
ResponderEliminarLos inviernos de las grandes ciudades son bastante falsos, su especial micro-clima los maquilla enormemente.
Un abrazo Ángel
Una preciosidad y ese aire misterioso que le da niebla, le hace aun mas hermosa
ResponderEliminarMe encanta la imagen, Ángel.
ResponderEliminarQué frío !!! Abrígate !!!
Un abrazo.
Gracias a todos por apsar y comentar
ResponderEliminarUn placer teneros por aquí
¡Qué frío!
ResponderEliminar¡Qué bonita fotografía, Ángel!