La soledad de ese banco en el que nadie parece creer demasiado. Las sombras que se alargan y trepan para asomarse al dilema de lo desconocido. Preciosa Ángel. Abrazo
Enderecé un poco con la intención de que no estuviera tan caída (por la cuesta) la toma, me daba la impresión de que desvirtuaba la idea. Seguramente una mala decisión. Gracias por comentar
Esas sombras tienen vida propia.
ResponderEliminarUn abrazo Ángel
Pertenecen a ese otro lugar en la fotografía.
EliminarGracias Josep, un abrazo
La soledad de ese banco en el que nadie parece creer demasiado. Las sombras que se alargan y trepan para asomarse al dilema de lo desconocido.
ResponderEliminarPreciosa Ángel. Abrazo
Me alegra que te guste Luis
EliminarUn abrazo
Escuadre y tonos destacables, ese banco condenado contra la pared es tremendo :-)))
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por pasar y comentar Minimal
EliminarUn abrazo
Has captado muy bien la sensación de soledad. Me desconcierta un poco las verticales torcidas.
ResponderEliminarEnderecé un poco con la intención de que no estuviera tan caída (por la cuesta) la toma, me daba la impresión de que desvirtuaba la idea. Seguramente una mala decisión.
EliminarGracias por comentar
La soledad invernal dentro de poco empezará a pasar y el muro quedará disimulado por las ojas de esos dos árboles.
ResponderEliminarSalu2
... y ya no será lo mismo ...
EliminarGracias Juan Carlos por pasar y comentar