Si con la anterior entrada buscaba los negros profundos, la recreación del invierno en el “Fin del Mundo”, donde la sensación de no haber nada más allá de lo que alcanza la vista a contemplar se convierte en una experiencia física, en la entrada de hoy me voy al lado opuesto, a la pureza de los blancos. Pero esta vez os propongo un desplazamiento más corto, según desde donde se mire, claro está. Se trata del puerto de Cotos, paso natural entre las provincias de Segovia y Madrid. Apenas 1830 metros de altura, pero en ocasiones el invierno lo convierte en un lugar inhóspito.
Lugar de la toma: Puerto de Cotos, entre Madrid y Segovia. Febrero de 2010
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.
Nikon D200. Objetivo 17-50 f/2,8G. Focal 22 mm. Diafragma f/4,5. Obturación 1/125s. ISO 100.