Agarrada a la pared de arcilla, a la tierra que representa su pasado y su futuro, buscando la luz, siempre la luz.
Lugar de la toma: Riaza. Febrero de 2010
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Nikon D200. Objetivo 17-50 f/2,8G. Focal 17 mm. Diafragma f/3,2. Obturación 1/320s. ISO 100.