La curiosidad puede ser tan poderosa que algunas veces pierdo la compostura, me dejo llevar y quedo casi absorto contemplando ese micro-mundo que se forma en el interior de un café. Desde la ventana, sin entrar, sin formar parte, como observador. Como fotógrafo.
20 mm. f/4. 1/13 seg. ISO 400
Lugar de la toma: Budapest. Agosto 2011.
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.