Es sofocante el calor que hace estos días, sólo dan ganas de estar bajo la ducha.
Y para colmo he tenido las anginas más gordas que se han conocido a este lado de la meseta, tamaño XXL, una pasada. Fiebre alta y con 42 º C en la calle, es toda una experiencia que no recomiendo a nadie.
Cómo mi energía (volátil) y mi cuerpo físico (depauperado) parecen estar otra vez unidos, me he animado ha retomar el blog, subiendo una nueva fotografía tomada en el viaje en InterRail del verano pasado. Se trata de uno de los mercados ambulantes de la ciudad de Dubrovnik. No me canso de visitar estos lugares, son parte de las ciudades y una buena forma de conocerlas. En Dubrovnik las piedras cuentan historias, son leyenda que dan forma a calles y plazas, en ellas, los mercados ambulantes y sus gentes representan el teatro clásico de la vida.
Presenciarlo es uno de esos placeres sencillos, eternos.
Lugar de la toma: Dubrovnik, Agosto 2011
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.