sábado, 6 de septiembre de 2014

Plácido verano

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Manhattan, Nueva York, 2013

Nueva York puede ser una ciudad muy calurosa durante los meses de verano. Los neoyorquinos lo compensan con buena dosis de humor e ingenio. También facilita la cosa del calor, la cantidad de plazas, zonas verdes y parques repartidos, tanto en las islas como en la parte de continente que pertenece a la ciudad. Y si todo falla siempre puedes refugiarte en un vagón de metro (el aire acondicionado es gélido) o en cualquier tienda a curiosear un rato.

Cuando pasé al lado de la fuente, había gente refrescándose y unas pocas personas repartidas sentadas. Me fijé en este hombre que descansaba tranquilamente y que se me antojó el ejemplo perfecto de la relativa placidez que se vive en cualquier espacio verde de la ciudad. Busqué el encuadre más satisfactorio donde pudiera incluir la fuente y los espontáneos bañistas. Después de la toma solo quedaba relajarse como un neoyorquino más.