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Hay autores, obras o exposiciones que me han marcado a lo largo de los años. La última exposición que he visitado ha sido una de ellas. Hacía bastante que no me emocionaba tanto observando una obra fotográfica. Se trata de la selección de Nicholas Nixon que se puede visitar en la Fundación Mapfre en Madrid. El paso del tiempo, ese tema recurrente en la historia de la fotografía, es el hilo conductor de prácticamente toda su obra fotográfica.
Por algún motivo me recordó aquel cuento de Navidad que servía de trama central a la película Smoke, donde un extraordinario Harvey Keitel da vida a un personaje con alma fotográfica, Auggie Wren.
Aquella obsesión de Auggie por fotografiar la misma escena callejera frente a su estanco, día a día, a la misma hora, no es más que la síntesis del paso del tiempo, de la trascendencia humana que supone y de lo que perdemos o ganamos en el camino.
Para mi supuso, al igual que esta exposición de Nixon, el reencuentro con la verdadera fotografía, aquella que invita a mirar más allá de la técnica y otras consideraciones artísticas, y nos sumerge en cuestiones puramente filosóficas, vitales, humanas.
En otras ocasiones he realizado series captando instantes fugaces, momentos fotográficos que abarcan un tiempo concreto, limitado, pero esencialmente humano. En esta ocasión serán cinco fotografías las que publico en cinco días consecutivos. Capturas aleatorias de las vidas de personas anónimas, con sus problemas, sus grandezas y sus miserias. El hilo conductor es un mercado, un espacio concreto que se repite en cada toma.
Tal vez fotografía en estado puro.
También podéis visitar
Por algún motivo me recordó aquel cuento de Navidad que servía de trama central a la película Smoke, donde un extraordinario Harvey Keitel da vida a un personaje con alma fotográfica, Auggie Wren.
Aquella obsesión de Auggie por fotografiar la misma escena callejera frente a su estanco, día a día, a la misma hora, no es más que la síntesis del paso del tiempo, de la trascendencia humana que supone y de lo que perdemos o ganamos en el camino.
Para mi supuso, al igual que esta exposición de Nixon, el reencuentro con la verdadera fotografía, aquella que invita a mirar más allá de la técnica y otras consideraciones artísticas, y nos sumerge en cuestiones puramente filosóficas, vitales, humanas.
En otras ocasiones he realizado series captando instantes fugaces, momentos fotográficos que abarcan un tiempo concreto, limitado, pero esencialmente humano. En esta ocasión serán cinco fotografías las que publico en cinco días consecutivos. Capturas aleatorias de las vidas de personas anónimas, con sus problemas, sus grandezas y sus miserias. El hilo conductor es un mercado, un espacio concreto que se repite en cada toma.
Tal vez fotografía en estado puro.
También podéis visitar
Me encanta esta primera imagen de una série que promete mucho. Los mercados son lugares con mucho atractivo y que nos muestran como es la vida dela gente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Un momento irrepetible, un fragmento de unas vidas, la fotografía es eso un congelar momentos que raramente se repetirán por mucho que lo intentemos.
ResponderEliminarMuy buen ByN.
Un abrazo Ángel
Tengo ganas de ver el conjunto. Imagino que es de estas fotos que funcionan bien en grupo. Estaremos atentos
ResponderEliminarOs agradezco las visitas y comentarios, pasad un buen día. Un abrazo
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