-
Alguien que regala palabras, frases, textos, a cambio de la voluntad, en medio de un corrillo improvisado de público, con una “Olivetti” de no se cuanto tiempo atrás. Me quedo un rato observando y recuerdo que nunca fui capaz de escribir “a máquina” con todos los dedos, ¡qué calamidad! pensaba. Todo marcha a cien por hora, y aquello que podía parecer motivo de preocupación, hoy no es más que un curioso recuerdo momentáneo. Tengo que poner freno a la imaginación para centrarme en encuadrar y hacer la toma.
La fotografía es un cuaderno de apuntes, una libreta donde esbozar pensamientos y vivencias. Curiosidades que luego me satisface saborear... y compartir.
La fotografía es un cuaderno de apuntes, una libreta donde esbozar pensamientos y vivencias. Curiosidades que luego me satisface saborear... y compartir.
Bonita imagen y el texto también. A mi siempre se me dio fatal la mecanografía, aprobaba por los pelos... y a día de hoy ...no utilizo todos mis dedos.
ResponderEliminarDeformación profesional, digo yo.
Me da un poco igual....si tardo más.
Abrazo.
Al final de lo que se trata es de contar cosas, el cómo debería ser indiferente.
EliminarUna foto que parece de otro siglo, una máquina de escribir, un bolígrafo, un papel y además en un perfecto blanco y negro.
ResponderEliminarFeliz regreso postnavideño, Ángel.
Gracias Chapi, igualmente!!!
EliminarMe encanta. Una auténtica preciosidad tanto la toma como el escribiente que parece savado del tunel del tiempo. Creo que en casa guardo aún una "Lettera" como esta, una pieza de museo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Me aelgra que te guste Josep. Un abrazo
EliminarNostálgica foto !!!
ResponderEliminarUtilizaba la máquina por obligación ...había que entregar los trabajos escritos a máquina. Tampoco utilizaba todos los dedos pero ahora tampoco utilizo todos con el teclado del pc...
Lo importante es el final , no el como ...
Un abrazo
Lo importante es el final ... lo suscribo Esmeralda. Un abrazo
EliminarTuve una portátil de Olivetti yo diría que igual a la de la fotografía, en todo caso muy parecida, a la que le llegué a arrancar 400 pulsaciones por minuto. Era la época en la que soñaba con ser pianista (nunca llegué a tocar el piano, me sobraban dedos y me faltaba oído).
ResponderEliminarUn abrazo,
Menuda máquina por partida doblo Miguel ;-) ... yo también tuve una igual. Un abrazo
Eliminar