
Hay estructuras y edificios que piden ser visitados, ser observados de cerca, admirar sus formas, sus líneas arquitectónicas. Invitan a perderse imaginando la continuidad de unas líneas imposibles, adentrándose en su interior, en lo más profundo de su estructura y descubrir su corazón, descubrir que dentro hay vida.
Nada más lejos de mi intención que hacer publicidad de este banco, pero el edificio me sobrecoge.
Nikon D200. Objetivo 12-24 mm f/4G. Distancia focal 12 mm. Diafragma f/4,5. Obturación 1/20s. ISO 160.