Ajusto el trípode a ras de suelo, coloco la cámara, para poder enfocar estoy tirado en medio de la hierva, aguanto el pulso, fijo la rótula, ... ¡¡¡ay mis rodillas!!!, no, si me refería a la rótula del trípode ... ¡joder qué montón de trastos!. Vuelvo a enfocar, ... ¡coño! ahora se levanta aire. Me da igual, DISPARO.
La siguiente seguro que sale mejor.
Lugar de la toma: Navamojada. Ávila. Noviembre de 2009
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Nikon D200. Objetivo 70-200 f/2,8G. Focal 200 mm. Diafragma f/2,8. Obturación 1/320s. ISO 100. Flash