Estaba pensando esta mañana, que a las alturas de año que estamos y aún no me había percatado del otoño. Es cierto, sin embargo, que en Madrid las estaciones son un tanto relativas y en los últimos tiempos el verano se prolonga tanto que apenas deja espacio a la primavera y al otoño. Cosas del cambio climático.
Mi idea del otoño es muy particular. Desde luego nos permite un montón de buenas posibilidades a los fotógrafos. Y si tienes la oportunidad de salir a la montaña, o pasear por un bosque, esas posibilidades se multiplican hasta el infinito.
Pero la ciudad también brinda momentos otoñales de gran belleza, tan sólo hay que prestar atención a un árbol o un seto y mirar con otros ojos. Los ojos de la inocencia, alejados del insufrible ruido urbano.
Lugar de la toma: Madrid. Octubre 2011.
Puedes ver la fotografía a pantalla completa haciendo “clic” sobre ella.