miércoles, 26 de abril de 2023

Quizás juegos olvidados

 


 

Una imagen fotográfica puede ser evocadora de historias personales, recuerdos que duermen en algún rincón del subconsciente y que la fotografía puede señalar y despertar. Nuestro cerebro que es muy suyo, es el que hace que todo tenga sentido, nos da las pautas para comprender y relacionar, nos procura la certeza de lo que observamos y nuestra imaginación se ve respaldada por algún tipo de argumento sólido. Todo encaja, incluso cuando la toma permite diversos puntos de vista e interpretaciones, por la luz, el encuadre o el uso del color como en este caso. La fotografía puede hacerse con la intención de conducir al observador en ese viaje o tan solo como una manera de afianzar los propios recuerdos del fotógrafo. Quizás el fotógrafo se esfuerce en tener recuerdos parecidos, momentos que le gustaría haber vivido y la fotografía tan solo funcione como una prueba elaborada tras las alambradas del subconsciente.