-
Si miro por la ventana ahora mismo parece que estuviera inmerso en pleno otoño, como esos otoños de antes, frescos, cubiertos de nubes y desapacibles. Nada que ver con esas escenas de playa con paisanos y paisanas tostándose al tórrido sol de la costa. Para gustos colores y es que el tostado luego dura una barbaridad.