lunes, 4 de julio de 2022

La conciencia y la calle



 

Lo que capturo en una fotografía puede trascender la propia apariencia de las cosas. La calle, por ejemplo, un hervidero de vida, de sucesos y detalles interesantes que describen lo que somos, comportándose como una gran enciclopedia libre sobre la sociedad donde se formulan preguntas más que describir respuestas. Y esas fotografías superan lo real de la captura porque en ellas se enmarcan multitud de pensamientos, de verdades parciales atadas a un tiempo en exceso breve por necesidad. Y sin embargo ninguna de estas fotografías es importante, o al menos carecen de la importancia del documento que pueda servir para remover conciencias. Es cierto que cada vez hay más imágenes y las que de verdad son importantes tienen un efecto cada vez menor. ¿A caso nos volvemos insensibles?, ¿el exceso de fotografías nos condiciona?. Cada vez que pulso el obturador de la cámara me hago las mismas preguntas.