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La noche nos procura el ambiente necesario para una fotografía llena de misterio. Lo que de día es simple y habitual de noche puede estallar en mil emociones y sensaciones que inundan la imaginación.
P.D. Estaré unos días alejado de pantallas y teclados, no podré actualizar los comentarios del Fotodiario hasta mi vuelta.
Este tipo de fotografía me encanta, Ángel.
ResponderEliminarJusto ayer, pasé por unas ruinas. Un molino que se encuentra en la desembocadura de un río.
Las ruinas nos cuentan nuestra propia historia.
Un abrazo.
Si, de historia va la vida y de volver la vista atrás y aprender algo de paso. Me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarExtraordinario trabajo controlando la luz imprescindible para mostrarnos estos restos históricos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel y hasta la vuelta
Gracias Josep. Un abrazo
EliminarUnas ruinas muy bellas, con el ave y la luna en todo lo alto cobran un aire misterioso.
ResponderEliminarAferradetes, Ángel.
Un abrazo, mil gracias
EliminarLa noche siempre lo tiñe todo de una cierto misterio y si se sabe encontrar y transformar en una realidad propia y personal, aquello que tenemos delante la cosa puede ser muy excitante y agradecida, como en este caso. Abrazo
ResponderEliminarLa noche es magia fotográfica amigo Luis. Un abrazo
EliminarCierto lo que dices de la noche puedes ver hasta fantasmas .
ResponderEliminarTe esperaremos Ángel
Abrazo
Muchas gracias Esme... un abrazo
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