__
Nada más que un respiro, tan solo lo que dura un helado comprado en alguna tienda justo enfrente de ese banco. La dura vida del turista. Siempre con prisas y agobios, repitiendo patrones y comportamientos, visitando todo lo que ya ha sido visitado por tantos otr@s. Y fotografías, muchas fotografías. Pero, ¿acaso no soy yo un turista más?, un turista del comportamiento humano, un visitante incansable de usos y costumbres con cámara en mano que repite patrones y comportamientos. Uno de tantos que realiza quizás demasiadas fotografías. ¿Quién soy yo para mostrar quejas o reproches?.