
Hay vidas y momentos vividos envidiables. Instantes en los que el paso del tiempo no es ya inapreciable, además es que no reviste importancia alguna. Las prisas, perdón, ¿qué significado tiene esa palabra?. Si efectivamente, hay afortunados que ni consideran las prisas o los plazos de entrega o el “recorte de tiempos”, el “solapamiento de procesos”..., en fin una ingente cantidad de eufemismos que esconden algo mucho más claro y conciso, la angustia y la histeria de una vida que galopa a lomos de caballo desbocado.
Permitidme que me baje (bueno casi que me tengo que tirar) en este momento, aquí, en esta playa de Fuerteventura, donde nadie conoce el término “urgente” y las prisas, afortunadamente, aún no han llegado.
Nikon D70s. Objetivo 17-50 mm f/2.8G. Focal 36 mm. Diafragma f/13. Obturación 1/400s. ISO 200.