Supongo que no era la hora del culto, porqué de lo contrario la asisténcia de feligreses... Extraordinario encuadre y un dominio de las luces y las sombras que confieren una gran sensación de profundidad a la imagen. Un abrazo Ángel
Vuelvo de vacaciones y veo que tú también, Angel, además después de un magnífico viaje por tierras septentrionales. Las primeras entregas, una maravilla. Me alegro que sigas publicando.
Nos conduces a través de la luz y las bancadas, hacia una dimensión espiritual, con la modesta pero decisiva presencia del feligrés. Extraordinaria fotografía. Un abrazo.
Supongo que no era la hora del culto, porqué de lo contrario la asisténcia de feligreses...
ResponderEliminarExtraordinario encuadre y un dominio de las luces y las sombras que confieren una gran sensación de profundidad a la imagen.
Un abrazo Ángel
Magnífico ByN Ángel,el contraste de luces sombras y la perspectiva son sensacionales.
ResponderEliminarUn abrazo
Soledad, recogimiento y esa sensación tan difícil de transmitir y que solo se encuentra en el ambiente silencioso y limpio. Un abrazo
ResponderEliminarVuelvo de vacaciones y veo que tú también, Angel, además después de un magnífico viaje por tierras septentrionales. Las primeras entregas, una maravilla. Me alegro que sigas publicando.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buen fin de semana.
Nos conduces a través de la luz y las bancadas, hacia una dimensión espiritual, con la modesta pero decisiva presencia del feligrés. Extraordinaria fotografía.
ResponderEliminarUn abrazo.